El resultado oficial de las votaciones demostró ayer que de los ocho candidatos a diputado federal del PRI de Tamaulipas que participaron en los comicios que concluyeron el día 7 de junio, el aspirante que obtuvo el triunfo más holgado fue el del III distrito electoral con cabecera en Río Bravo, Édgar Melhem Salinas, quien derrotó a su homólogo del PAN por nada más y nada menos que una aplastante ventaja de más de 50 mil sufragios.
Y aunque eso no significa que es el que tiene más méritos para adjudicarse la candidatura del ex invencible a gobernador del Estado el año que viene, porque las candidaturas no se otorgan únicamente con base en ese criterio, si es un factor importante ya que indica que fue el priísta de mayor arrastre en los comicios.
Tomando en cuenta la diferencia en el número de votos ante el más cercano contrincante, le siguen al riobravense el ex coordinador de giras presidenciales, Alejandro Guevara Cobos, que ganó con una diferencia de más de 41 mil votos al más cercano contrincante, mientras que el candidato del VII distrito electoral con cabecera en Ciudad Madero, Esdras Romero Vega, superó a la representante del parido albiceleste, Silvia Cacho Tamez, por 32 un mil y pico de boletas.
Miguel González Salum, se colocó en la cuarta posición, en el cuatro distrito de Ciudad Victoria, El Chuchín José de Jesús de la Garza del Guante, en la quinta en Matamoros, María Esther Camargo Félix, en la sexta en Reynosa, Paloma Guillén Vicente, en la séptima correspondiente a Tampico, con una ventaja de 8 mil papeletas que no le ayuda mucho en sus aspiraciones sucesorias, y Yahleel Abdala Carmona, la octava y última en Nuevo Laredo, que sólo sacó una ventaja de 2 mil 583 votos a la adversaria del PAN, Laura Zárate Quesada.
Ahora habrá que realizar una encuesta para determinar cuál de los candidatos electos es el mejor posicionado entre el electorado de la entidad, medición a la que habría que incluir, sin embargo, no sólo a los futuros legisladores, sino también a otros interesados en el puesto de Egidio Torre Cantú, como es el caso de Marco Antonio Bernal Gutiérrez, el plurinominal Baltasar Hinojosa Ochoa, Enrique Cárdenas del Avellano y el alcalde de la capital tamaulipeca, Alejandro Etienne Llano, para empezar a sacar conclusiones.
Afortunadamente, contra lo que algunos temían y se había vaticinado durante las campañas proselitistas, de que un buen número de las disputas no se resolverían en las urnas sino en los tribunales, parece que únicamente el de Nuevo Laredo es el que correrá esa suerte.
Tenemos entendido que Acción Nacional interpondrá un recurso de inconformidad en la sala regional del INE en Monterrey, en la que se denunciará un supuesto injustificado hostigamiento sistemático de los elementos de los cuerpos de seguridad contra los simpatizantes panistas que alejaron a muchos de ellos de las mesas de votaciones que todo indica que no alterará el resultado.
El que salió con su batea de babas, como dicen en el pueblo, fue el INE. No obstante la tecnología de punta de que dispuso para realizar con la celeridad el cómputo de los sufragios, a la hora de la hora se le hizo bolas el engrudo pues no consiguió concluirlas cuentas con la claridad que había señalado.
Cuando en la página de internet abierta al público indicaba que se había computarizado la mayoría de las actas, apenas se había realizado arriba de la mitad, incidente que provocó confusiones y desconcierto, aunque luego las autoridades electorales aclararon que fue una falla pero que no se estaba ocultando nada y que tampoco se había cambiado el resultado del conteo.
Y en el caso del Distrito Federal, además, no logró detectar la supuesta falsificación de actas con las que, presumiblemente, se aumentaron los votos al PRD y se disminuyeron los de MORENA, esto en la disputa de la jefatura delegación de Gustavo a Madero, cuyo desenlace es una incógnita y, de confirmarse, generaría fuertes repercusiones políticas, ya que, dependiendo del resultado de las pesquisas, podría incluso afectar al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Este vienes, por otra parte, como estaba programado, el pleno del Congreso de Tamaulipas dará el visto bueno a la reforma político electoral que modificará la constitución política del Estado y diversas leyes secundarias que regirán el proceso electoral del 2016 en el que se renovarán, además del jefe del ejecutivo, los de los ayuntamientos y curules del poder legislativo estatal.
Al término de la sesión se sabrá detalladamente si, como se dijo a lo largo de las discusiones y análisis del proyecto legal realizados en las comisiones legislativas, los términos de la reelección por una sola ocasión de los alcaldes y diputados locales, los requisitos de las candidaturas independientes y los porcentajes a que habrá de sujetarse la conservación del registro de los partidos políticos, entre otros.