El martes en Victoria Fernando Campos Martínez anunció en rueda de prensa su salida del PRI, de facto pues, al informar su integración al equipo del senador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca rumbo a la gubernatura, al que el ex priista considera la mejor opción.
Así es mis queridos boes, en automático llovieron las críticas a Campos Martínez, porque para unos no tiene fuerza, para otros es un cartucho quemado, para otros más, un traidor y para el delegado Víctor Díaz Palacios, un desconocido.
De los calificativos hacia Fernando Campos no se pueden discutir, porque para quienes los hacen son válidos, pero lo que sí hay que aclararle al delegado del PRI es que no es un desconocido, en tal caso Díaz Palacios sí lo es acá, pero el priista renegado vivió épocas de gloria en el tricolor.
Entre otras cosas, ha sido: Coordinador de Giras y Logística del Gobernador del Estado, Secretario Auxiliar del Gobernador, Secretario Particular del Secretario General de Gobierno en el Estado, Coordinador General del Registro Civil en el Estado, Director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio, Director de Equidad Social en la Secretaría de Desarrollo Social del estado, Director de Registro y Valuación Inmobiliaria de la Sociedad Hipotecaria Federal, dependiente de la Secretaría de Hacienda Federal.
En el PRI ha sido, ente otros: Consejero Político Municipal, Consejero Político Estatal, Consejero Político Nacional, Consejero Político Nacional de la CNOP, Secretario particular de la Presidencia Estatal.
Entonces es un error que Díaz Palacios pregunte ¿y ese quién es?, porque es una muestra de que no conoce a su propio partido.
Pero más allá de la torpeza del delegado, en el PRI estatal tendrían que estar preparados para evitar que otros ‘fernandos campos’ hagan lo mismo que él.
Ya sé que no me están pidiendo ningún consejo, pero se los doy gratis, no es oportuno adoptar posturas soberbias, posturas de que aquí nadie hace falta, posturas de: la puerta está muy amplia para que el que quiera se vaya.
En el PRI tendrían que ser humildes en la importante victoria que acaban de lograr, porque en unos meses iniciará formalmente el proceso de elección en el que estarán en juego alcaldías, diputaciones y la gubernatura, y cada hombre y cada mujer con su voto pueden ayudar con el sufragio o perjudicar con la votación en contra.
Agregaría al consejo que tendrían que ponerse a identificar en los municipios a aquellos priistas que tienen años y años haciendo talacha para su partido y no se les ha dado más oportunidad que partírsela en beneficio de otros.
Ahí anda en Victoria otro en la figura de Eduardo ‘Lalo’ Gattas, quien ya advirtió o es candidato por el PRI o se va por una independiente.
Pero en Tampico hay personajes, conozco a uno muy de cerca, que ha gastado suela por muchos alcaldes, diputados y gobernadores y no ha visto la suya.
Como ellos debe haber en Matamoros, en Reynosa, en Laredo y en el resto de los municipios, habrá que ver cuántos como el que ya se fue siguen sus pasos.
No sé cuántos votos le pueda significar Fernando Campos a Cabeza de Vaca, lo que sí sé es que marca el caminito para que más tricolores olvidados hagan lo mismo.
Ahí entonces tiene trabajo Rafael González Benavides y compañía, es hora para ellos de pasar del festejo a la chamba antes de que cunda el pánico. Pero ante todo lo que tienen que hacer es bajarle los humos al delegado que con sus desplantes lejos de ayudar invita a los otros irse.
Tienen que explicarle al delegado desconocido que hay municipios en los que la batalla se antoja muy pero muy cerrada, bueno, ahí mismo en Victoria el PRI ya se dio cuenta que ganar no le resulta nada sencillo, porque la ventaja sobre el Movimiento Ciudadano en la capital no fue mayor a los 200 votos.
Tal vez Fernando Campos tenga 300 familiares o amigos que el año que entra le harán falta al que sea candidato tricolor a la alcaldía.
Y si le sumamos a los renegados que se vayan en los municipios, entonces la suma podría meter en apuros a las cuentas priistas.
Gira de seguridad…
Ayer el Gobernador inauguró el edificio del Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones que costó más de 8 millones de pesos.
Luego inauguró la segunda planta del Edificio B de la Procuraduría General de Justicia del Estado y ahí hizo entrega de 230 constancias a Policías Investigadores, Agentes del Ministerio Público y Facilitadores de los Centros de Justicia Alternativa Penal.
En la misma gira asignó 21 camionetas para la Coordinación Estatal Antisecuestro y Policía Investigadora, 13 automóviles para las Agencias del Ministerio Público y dos camionetas tipo van para Servicios Periciales y Servicio Médico Forense, todo con un monto de 19 millones, 299 mil 527 pesos.
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