NUEVA YORK, EUA.- Yogi Berra fue el mejor compañero de equipo, incluso después de retirarse del beisbol.
El mítico receptor de los Yanquis falleció la madrugada de ayer por causas naturales en su casa en Nueva Jersey a los 90 años de edad.
Berra, quien fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en tres ocasiones (1951, 1954 y 1955) e ingresó al Salón de la Fama en 1972, es el único con 10 anillos de Serie Mundial en la historia, todos con Nueva York.
Jugó al lado de leyendas como Mickey Mantle, Joe DiMaggio y Whitey Ford, y desarrolló una gran relación con todos, en especial con Phil Rizzuto.
«Cuando Phil Rizzuto se enfermó casi al final de su vida, lo llevaron a un sitio especial de asistencia médica, que estaba cerca de 30 minutos de distancia de donde vivía Yogi. Y todos los días, porque los compañeros de equipo eran importantes para él, manejaba a ese lugar y jugaba cartas con Phil. Y cuando Phil comenzaba a quedarse dormido, Yogi lo tomaba de la mano, y cuando finalmente se dormía, ahí era justo cuando Yogi se iba. Todos los días. Eso significaban para él sus compañeros de equipo», contó Michael Kay, cronista oficial de los Mulos en YES Network.
Ambos jugaron juntos 11 campañas y ganaron seis Series Mundiales con los Bombarderos. Su amistad perduró muchos años después, ya fuera de los diamantes, hasta la muerte de Rizzuto en 2007.
Berra tiene los récords de más juegos (75) y más hits (71 en el Clásico de Otoño, además de que estaba detrás del plato durante el juego perfecto de Don Larsen en la Serie Mundial de 1956.
Además, fue manager de Yanquis y Mets entre 1964 y 1985.
