A toda acción, existe una reacción.
Es la ley de la causa y el efecto. Y, por consecuencia, todo efecto, tiene su causa.
Es decir, no hay hecho sin causa o, como dirían los psicólogos del conductismo, no hay estímulo sin respuesta.
También se le denomina ‘Efecto Boomerang’. Y es un efecto de lo más común -más de lo que se proyecta- en la escena política.
Ejemplo: Si Manlio Fabio Beltrones dispara un dardo que pretende estar envenenado, es seguro que sus adversarios respondan con el mismo tipo de proyectil y con veneno de similares o mayúsculas proporciones.
Por consecuencia, el resultado que se pretendía deja de ser el esperado: el ambiente se enrarece y en el escenario político electoral resalta la confusión ante un mensaje que se distorsiona porque se emitió algo tarde y fuera de contexto.
Así las cosas, el ‘dardo envenenado’ tendrá, sin duda, un efecto en el adversario a vencer, colocado ya en el terreno de la controversia, un territorio que desgasta por regla natural.
En especial, si el propio contrincante blanquiazul toma por sí mismo el teléfono para responder a la polémica alimentada por programas con probada credibilidad de los medios nacionales.
Sin embargo, uno de los efectos del ‘dardo envenenado’ es el ‘Efecto Boomerang’.
Quien lanzó el misil, recibirá una respuesta de proporciones similares donde más duele… y para resistir deberá haber diseñado, con anticipación, un sistema de defensa que lo resguarde.
Aún así, tras la causa y el efecto, ante la acción y la reacción, ya nada será lo mismo.
Habrá quien recomiende -una vez más la Escuela Conductista de la Psicología- que para cambiar el efecto, hay que cambiar las causas.
Es decir, para modificar la respuesta, se debe cambiar de estímulo… o de estrategia.
Eso también vale para la guerra política en los procesos electorales de alta competencia.
SONDEOS AVALAN A LA MAESTRA
Magdalena Peraza Guerra fue la mejor decisión que pudo tomar el Revolucionario Institucional en las calurosas tierras jaibas en la contienda por la presidencia municipal.
A pesar de sus críticos y adversarios al interior del tricolor -encabezados por el ex alcalde Fernando Azcárraga López-, los sondeos de opinión pública no mienten y son bastante claros: la maestra cuenta con las preferencias de las mayorías, de eso que denominan la ‘sociedad civil’.
La profesora trae una popularidad que va más allá del ‘rating’. Es decir, no solamente tiene el aval popular, sino que resulta bien calificada y aprobada en sus años de gestión en el servicio público.
Ex alcaldesa, dos veces diputada local, en dos ocasiones directora de Desarrollo Social del Ayuntamiento, ex regidora y ex lideresa del partido de sus amores (aunque no lo quiera aceptar de manera pública), Magdalena Peraza Guerra transita hacia el triunfo electoral el domingo 5 de junio.
Con su característica vitalidad, ‘La Teacher’ desde temprana hora se encuentra en busca del voto con las visitas en las escuelas primarias y jardines de niños (siempre acompañada por Francisco Bolado Laurents y Mónica Villarreal Anaya, sus compañeros de fórmula y aspirantes a diputados locales por los Distritos 21 y 22) y continúa por las tardes con los recorridos en las colonias populares. Por las noches remata con reuniones y cenas con grupos específicos.
Magda Peraza tiene otra ventaja: Acción Nacional le puso enfrente un aspirante sumamente gris, un candidato que nomás no levanta, un tipo que los electores nomás le van a decir ‘hola’ y ‘adiós’.
ZORRILLA VISITARA ‘EL CHISPUS’
Quien realizará hoy un recorrido de mañana y tarde por el popular sector de ‘El Chispus’ es Andrés Zorrilla Moreno, candidato del PAN a la presidencia municipal de Madero.
El aspirante blanquiazul caminará por la colonia y pedirá el voto a los vecinos. Estará acompañado de Víctor Meraz, candidato de Acción Nacional a la diputación local por el Distrito 19.