26 abril, 2025

26 abril, 2025

Inicia Senado sesión sobre Rousseff

El Senado brasileño inició una sesión sobre la apertura de un juicio político que podría terminar con la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff.

BRASILIA, Brasil.- Brasil escribe este miércoles un nuevo capítulo en su historia democrática.

El Senado brasileño inició una sesión sobre la apertura de un juicio político (impeachment) que podría terminar con la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff.

Para aprobarse, la moción necesita una mayoría simple (más de 50 votos), tras lo cual Rousseff sería separada del cargo por hasta 180 días.

Durante ese tiempo el Congreso deberá adelantar el juicio político y votar si retira a Rousseff definitivamente del cargo.

Si eso sucede, el Vicepresidente, Michel Temer, asumiría el cargo y tendría que terminar el período para el que fue elegido la Mandataria, y que concluye el 31 de diciembre de 2018.

Sería la primera vez desde la vuelta a la democracia que Brasil remueve a un Mandatario del cargo. La última vez fue hace 24 años, con Fernando Collor, ahora senador.

La sesión comenzó con una hora de retraso, y se espera que la votación electrónica inicie en la tarde noche o inclusive durante las primeras horas de mañana.

Si todos los senadores registrados hablan por un máximo de 15 minutos, a lo que tienen derecho, la votación podría tomar entre tres o cuatro horas.

El proceso ocurre cuando la opinión pública está indignada en medio de una profunda recesión económica y un escándalo de sobornos por contratos en la petrolera estatal Petrobras.

El proceso contra Rousseff, no obstante, no tiene relación con eso.

Rousseff está acusada de violar las leyes fiscales al trasladar fondos oficiales a fines distintos a los asignados antes de su campaña de reelección de 2014.

Los partidos opositores sostienen que las maniobras contables le permitieron elevar el gasto público para obtener votos.

Rousseff niega haber cometido delito alguno y asegura que no hizo nada que no hicieran Gobiernos anteriores.

Una comisión especial de la Cámara de Diputados decidió, por 38 votos contra 27, que el pedido de juicio político tenía mérito legal y lo envió a la Cámara de Diputados en pleno.

Observadores consultados dicen que 37 miembros de ese panel enfrentan cargos por una amplia gama de presuntos delitos.

La comisión especial incluía a muchos opositores.

Posteriormente, el mes pasado, la Cámara de Diputados votó 367 votos a favor y 137 en contra para enviar el proceso al Senado.

El Gobierno y los partidos de oposición han interpuesto apelaciones en altos tribunales de justicia del país sobre varios aspectos del proceso.

Así que existe la posibilidad de que una corte, o incluso los propios magistrados o un juez por su cuenta, puedan intervenir en el mismo.

Los aliados del Gobierno han buscado maneras de bloquear la votación de la medida de suspensión a último minuto o para retrasar la votación.

El lunes, por ejemplo, el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, anuló la votación de esa Cámara que le dio luz verde al juicio político argumentando irregularidades y dijo que la votación tenía que hacerse nuevamente.

Ayer, sin embargo, Maranhao cedió a las presiones de su partido y cambió su posición y su vocero dijo que revocó la anulación que había proferido algunas horas atrás.

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