No fue una sorpresa que el Tribunal Estatal Electoral fallara ayer en favor de la ‘priista’ Magdalena Peraza Guerra tras la impugnación de Germán Pacheco del PAN que alegaba irregularidades en la elección municipal, la sorpresa es que el blanquiazul vaya a recurrir a instancias federales para seguir el pleito por la alcaldía de Tampico.
Así es mis queridos boes, la guerra por el puerto no se terminó ayer por la noche, sino todo lo contrario, se va a prolongar al menos unos 15 días más.
Hay ocho mil votos de diferencia entre Magda y Pacheco, pero el panista alega que hay gato o mejor dicho voto encerrado, por lo que interpuso la inconformidad a la que la instancia local decidió dar palo.
Pero la sorpresa es que casi es un hecho que Pacheco se va a lo que antes era el TRIFE, es decir la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral, porque insiste en que la ex alcaldesa ganó con trampa.
¿Por qué digo que es una sorpresa que Germán Pacheco se vaya a la siguen te instancia?, porque desde hace unos días él le había confiado a sus cercanos que ya no pelearían más arriba si es que se confirmaba el triunfo de Peraza.
Todos en ese equipo daban por hecho que la guerra terminaba en cuanto se diera el fallo como el de ayer e incluso al ex candidato panista ya se le ubicaba o en la Comapa de la zona conurbada o en el gabinete estatal.
¿A qué se debe el cambio?, apenas él podría responder, pero es de todos conocido que el senador panista Roberto Zuarth es un tipo muy influyente en el TRIFE, por lo que es probable que a eso le esté apostando el equipo de Pacheco.
No está descabellada la jugada que hará el panista, misma que seguramente de concretarse debe traer el visto bueno de quien será la máxima autoridad en el estado a partir del 1 de octubre o primer panista cómo podrían decirle sus correligionarios al próximo gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Al mismo tiempo si hay una segunda instancia y aún ganando ahí la maestra Peraza debe tomar la insistencia como un mensaje del próximo inquilino del Palacio de Gobierno, quien insisto habría paloemado que Pacheco siga dando la batalla.
Quedaría claro que los estirones al triunfo de Magdalena en Tampico podrían ser el reflejo por adelantado de lo que sería una relación entre alcaldía y gobierno estatal.
De hecho cuando a la alcaldesa electa le han preguntado si ha tenido comunicación con Cabeza de Vaca ha respondido muy seria que no, que aún no.
Ella también ha dicho que llevó muy buena relación cuando coincidieron en el Congreso local y hasta que le ayudó cuando fue electo como senador, habrá que
ver qué opina de ello el próximo jefe del Ejecutivo ahora que ella y uno de sus amigos se pelean por la alcaldía de Tampico.
Reitero, sea como fuere, todo indica que la batalla por Tampico no ha terminado, que Germán se juega la última carta y que la maestra Peraza va a tener que esperar unos días más para poder festejar el triunfo del 5 de junio, sino es que cancelarlo definitivamente.
Por lo pronto ayer tras recibir la noticia ella se mostró cautelosa, dijo que esperaría a saber si Pacheco insistía, como tal parece que va a ocurrir.
La fiesta de Melhem…
El festejo de cumpleaños del diputado Edgardo Melhem Salinas que se promocionaba en cortito y en voz baja como la muestra de músculo y de unidad tricolor dejó más dudas que certezas entre el grueso de los priistas de Tamaulipas.
Me decía uno de los que se han partido el lomo en hartas campañas electorales que como ha ocurrido, eran los mismos, bajo el mismo esquema, como si el partido hubiera ganado el 5 de junio.
Y es que muchos esperaban que en convite se delineara hacia dónde iba la balanza por la dirigencia estatal del PRI, pero nada pasó.
Sí, reapareció Baltazar Hinojosa tras la suspensión de aquella gira que anunció con bombo y platillo por Tamaulipas que sólo alcanzó para Victoria y Matamoros, llegó acompañado del gobernador Egidio Torre Cantú.
También estuvo quien hasta el último día peleó la candidatura que le dieron a Baltazar, Alejandro Guevara y que hoy busca afanosamente la dirigencia tricolor.
Fotos, muchas, bastantes, selfies y de las tradicionales, pero pronunciamientos ninguno, señales tampoco, sí abrazos fingidos, también sonrisas impostadas.
Es claro que en el PRI estatal se siguen las mismas costumbres o reglas no escritas, como cuando todo ganaban.
Ese es el problema decía el priista que les comentaba, que no se ha cambiado el ritual que el 5 de junio debió quedar en el archivo para dar paso a la convocatoria de todos, de los que perdieron, de los que se la partieron, de los que por años han esperado la oportunidad ganada a pulso y que siempre fueron hechos a un lado para que la aristocracia tricolor subsistiera.
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