CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El Paseo Méndez, el jardín que coronaba el nacimiento de la Alameda hacia el sureste de Victoria, ha participado en el recuerdo colectivo de los ciudadanos desde antes de 1910.
1.- La Alameda nacía en el Paseo Méndez, era un jardín que se mantenía gracias a la humedad que le propiciaba el río San Marcos y al cuidado que le daba un japonés que llegó a Victoria en la década de los años treinta.
2.- En la esquina oeste del Paseo Méndez, se localizaba La Quinta del Olvido, ubicada entre la calle 17 y 18, propiedad del segundo Obispo de Ciudad Victoria Eduardo Sánchez Camacho, quien negó la aparición de la Virgen de Guadalupe.
3.- La imagen actual de la Alameda se le debe a la señora Felisa (Cucú) Licona, quien solicitó a un alcalde de Ciudad Victoria la colocación de adoquín en las aceras de la avenida y la uniformidad de sus banquetas.
4.- Antes de 1920 el Paseo Méndez estaba cercado por estantes en los cuarto lados y frente a la calle 17 estaba la entrada compuesta por dos agujas de mezquite.
5.- Don Fermín Piloto, era el encragado de cuidar y atender el Paseo Méndez y ponía las trancas con las que se cerraba la puerta, al Paseo Méndez lo llamaban antes de 1910 La Glorieta.
6.- Al lado sur del Paseo Méndez, y al centro había una construcción de mampostería con unas pilastras. En la del centro se colocaban las imágenes de los Héroes de Independencia durante las fiestas patrias.
7.- En el año 1917 se inauguró la Escuela de las Frondas y se ubicó en el Paseo Pedro José Méndez, la intención era acercar a los niños a la naturaleza. Un trabajo que el profesor Lauro Aguirre había iniciado en 1914.
8.- La Escuela de Las Frondas estuvo dirigida por el profesor Isidro C. Torres, José Martínez, Ramoncita González y Maximiliano Hernández.
9.- En las fotografías de 1910 cuando en el Paseo Méndez se organizaban las exposiciones ganaderas de la región, aparece un kiosco y un aviario.
10.- Los años de gloria del Paseo Méndez se perdieron con el tiempo y en el año 2008 en afán de acondicionar sus espacios se perdió en la Concha Acústica la última obra del maestro Xavier Cázares Perales llamado «Un color para la piel de mi ciudad».