CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Problemas como la erosión eólica, el crecimiento de la mancha urbana y la migración de campesinos hacia grandes ciudades, ha provocado que en los últimos dos décadas más de 200 mil hectáreas abiertas a la agricultura, dejarán de sembrarse.
Un informe de la Secretaría de Desarrollo Rural del estado, reseña que fue a través de esta dependencia, que se realizó el cambio de uso de suelo en más de 200 mil hectáreas, que pasaron de ser tierras agrícolas a agostaderos para el ganado, debido a que dejaron de ser productivas.
El origen del problema fue porque las tierras agrícolas fue invadida por dunas de arena, la cual viajó hasta 150 kilómetros adentro, desde la zona costera del estado.
El organismo advierte que al no existir barreras naturales como es monte o vegetación, los vientos que soplan desde la costa causan tormentas de arena, las cuales avanzan hasta 150 kilómetros, con lo cual se afectó la producción de granos.
Los municipios más afectados por esta problemática fueron San Fernando, Matamoros y Valle Hermoso, principalmente, donde investigadores del Gobierno del Estado, observaron dunas de arena muy lejos de las costas.
Unas hectáreas sembradas de sorgo en esa zona apenas producían 200 a 300 kilos, cuando normalmente arrojan 3 o 4 toneladas de sorgo, por lo que se decidió convertirla en pastizales para el ganado.
Queda poco tiempo de vida al campo por recortes
Al campo le quedan unos cuantos años de vida, de continuar avanzando la crisis en el sector y si el gobierno federal continúa con la terquedad de no inyectar recursos para enfrentar la crisis alimentaria, afirmó Jorge González Rosales, dirigente de la Central Campesina Cardenista Democrática (CCCD).
Para 2017 Tamaulipas sufriría un recorte de más de mil 200 millones de pesos, situación que repercutirá en la producción y desarrollo de proyectos productivos en el sector rural.
Aseguró que de continuar aplicando las políticas al campo en forma errónea por parte del gobierno federal, el sector desaparecería al no existir la posibilidad para competir en un mercado abierto que es asfixiante.
Dijo que en tanto Estados Unidos entrega 450 dólares directos al subsidio al campo por hectárea y Canadá 459; el gobierno mexicano apenas apoya con 10 ó 20 dólares por hectárea para el próximo año, con lo que no se puede competir con los productores de los países del norte.
“Es algo que no se puede comparar, ya que ellos tienen más de 400 dólares de apoyo de ventaja, por lo que se pueden dar el lujo de vender sus cosechas a precios más bajos que los mexicanos, y aún así obtienen muchas ganancias”, apuntó.
El campo no puede soportar más y el gobierno federal debe definir la entrega de mayores apoyos para los productores, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de desaparecer y que el país dependa al 100 por ciento de la importación de productos agrícolas para alimentarse.