30 marzo, 2025

30 marzo, 2025

«El crimen de Fleishmann»

Diagnóstico Político

1.- Son muchos los crímenes del pasado, que las autoridades no han resuelto ni tampoco castigado a los culpables. Es una herencia maldita.

2.- El próximo día 17 de febrero se cumplirán 34 años del crimen del empresario tampiqueño Jack Fleishmann, y todavía la justicia no ha localizado a los autores intelectuales y materiales de dicho homicidio.

3.- Al grito de ¡“Somos de Gobernación”!, dos sujetos secuestraron a punta de pistola, el 17 de febrero de 1983, al acaudalado banquero y empresario H. Jack Fleishmann, y a su chofer, Ignacio Moreno Rojas.

4.- El ex propietario del Banco del Atlántico, socio mayoritario del Banco Ganadero, principal accionista de la embotelladora Coca Cola en distintas partes del país, había llegado ese día al edificio de Londres 233, colonia Juárez, en la denominada Zona Rosa de la Ciudad de México.

5.- A los dos los hicieron abordar en el asiento posterior del propio vehículo de Fleishmann, un Le Baron, modelo 1981, color gris metálico, con placas WXS 290, del estado de Tamaulipas. En presencia del chofer Moreno Rojas, le dijeron al empresario que había serias acusaciones en su contra “por evasión de impuestos y narcotráfico”, por lo cual los llevarían a la Delegación Venustiano Carranza.

6.- El chofer relató luego: “al cruzar Francisco del Paso y Troncoso, por la avenida Fray Servando Teresa de Mier, les dije que ya nos habíamos pasado. Uno de ellos me dijo: ¡ah!, conoces bien la ciudad, ¿he?. En ese momento el señor Fleishmann sacó una pluma y me dijo que me comunicara con la señora Zenaida Castellanos para que le avisara de su detención. Luego se desabrochó el reloj, me lo entregó junto con la pluma y el teléfono para que me comunicara.

7.- Al llegar a la esquina de Fray Servando y Genaro García, les pregunté que por qué nos habíamos pasado ya de la Delegación Venustiano Carranza. Ellos me respondieron: ¡tú cállate, la bronca no es contigo, es con el señor!. En ese momento me bajaron del coche del señor Fleishmann y se siguieron por Fray Servando.

8.- Al otro día fue encontrado el vehículo del acaudalado hombre de negocios, totalmente incinerado, en la colonia El Sol de Netzahualcóyotl. A partir de ese momento, ya la policía sabía de los hechos por el chofer Moreno Rojas, quien primero avisó a la secretaria Zenaida Castellanos, a quien le entregó el reloj y el bolígrafo que utilizó Fleishmann para apuntar el número telefónico.

9.- Agentes de la Dirección Federal de Seguridad detuvieron a ambos, luego de catear la residencia de la Zona Rosa. Moreno Rojas informó que Fleishmann vivía en el Ejército Nacional, número 704, colonia La Primavera, en Tampico, pero viajaba frecuentemente al Distrito Federal por sus negocios.

10.- A las 21:30 horas del jueves, el chofer y la secretaria estaban en manos de la policía para ser interrogados. A Zenaida ni la tocaron. La dejaron ir, pero a Moreno Rojas lo mantuvieron incomunicado en el edificio Ignacio Ramírez y Plaza de la República. Después de los “interrogatorios” y torturas, dos agentes de esa corporación llevaron a Moreno Rojas al hospital General en calidad de moribundo.

11.- Fue hasta el 24 de febrero, una semana después de los hechos, cuando Moreno Rojas se repuso de la golpiza brutal y “científica” que le dieron. Ya tenía la suficiente lucidez para identificar a sus golpeadores, aun en la sala de terapia intensiva de neurología, convertida en fortaleza por la estrecha vigilancia ejercida por decenas de detectives, en busca, todavía de los presuntos homicidas, a los que nunca quisieron encontrar.

12.- Después se supo que los asesinos de Fleishmann eran agentes de la DIPD, y que actuaron bajo las órdenes del jefe policiaco Francisco Sahagún Baca. En Tampico se divulgó el rumor de que sus socios y un familiar, contrataron con el jefe de la Policía del D.F. Arturo “El Negro” Durazo, la eliminación de Jack Fleishmann para apropiarse de su millonaria fortuna.

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