Mientras una buena cantidad de priistas se encuentran en franco coqueteo con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), una vez que el barco tricolor se hunde sin remedio, las huestes lopezobradoristas tienen en la mira un objetivo prioritario en Tamaulipas: construir una estructura territorial.
¿Por qué ‘Los Morenos’ trazan la articulación de esa estructura como una prioridad (en tierras tamaulipecas y en todo el país) rumbo a la jornada electoral del primer domingo de 2018?
Por una razón muy sencilla: de ahí saldrán sus representantes de casillas. Y consideran que para que el proyecto de Andrés Manuel López Obrador obtenga el triunfo -¿La tercera es la vencida?-, se deben cuidar las casillas.
Es evidente que ‘El Peje’ ha aprendido de algunos de los errores cometidos en las dos elecciones presidenciales anteriores. Una de esas equivocaciones fue dejar huecos o vacíos en la representación de las casillas, sobre todo en los estados del norte del país. El error lo pagó caro, sobre todo en 2006.
Esa es la tarea que tienen que cumplir los tres enlaces regionales designados por Morena en Tamaulipas:
– Héctor ‘El Guasón’ Garza, ex candidato a la gubernatura, está a cargo de los cuatro distritos electorales federales que se ubican en la franja fronteriza: Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo (Valle Hermoso y San Fernando) y Matamoros.
– Renato Josafat Molina Arias, actual diputado federal electo por mayoría en la delegación Iztapalapa, enviado por la dirigencia nacional morenista para encauzar los trabajos partidistas en terruño tamaulipeco. Fue asignado a la construcción de la estructura en Ciudad Victoria y en Ciudad Mante (el Sexto Distrito, el más extenso de todos).
– Rodolfo González Valderrama, integrante del equipo político de Ricardo Monreal en la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, tiene la responsabilidad de articular los comités de base en el sur de Tamaulipas: Ciudad Madero, cabecera del Distrito Siete, y por supuesto, Tampico, municipio siempre complicado para la izquierda.
¿Cómo van hasta el momento en el Movimiento de Regeneración Nacional con el trabajo de construir la estructura territorial en la entidad tamaulipeca? Ahí la llevan, dirían en el barrio.
Matamoros: La sede del Cuarto Distrito o, mejor dicho, toda el área distrital, ya registra un 100 por ciento en la articulación de los comités de base.
Ya están constituidos y en operación. La perspectiva que tienen en Morena es que en 2018 pueden ganar la presidencia municipal.
Ciudad Madero: Con la abierta simpatía de grupos de organizaciones sindicales antes alineadas al régimen tricolor, el partido de López Obrador registra un interesante crecimiento en la urbe petrolera y en Altamira, al menos así lo revela la instalación de los comités de base. Aldama es el municipio complicado.
Tampico: La estructura territorial ya observa un 86 por ciento de avance. Morena se ha topado con los sectores que simpatizan con la bandera blanquiazul, es decir, con las colonias Petrolera, Lomas de Rosales, Sierra Morena, entre otras. En las áreas populares, tanto en el norte como en el sur de la ciudad de las jaibas, ya tienen presencia.
Nuevo Laredo: En uno de los enclaves más sólidos del PAN en Tamaulipas en la actualidad, Morena trata de articular su estructura con la ayuda de priistas inconformes y resentidos, sin olvidar a alguno que otro azul que se la jugaba con cierto ex alcalde que trabaja como agente aduanal. Ciudad Victoria: En la capital del estado un grupo de la burocracia tricolor que quedó fuera de la nómina ahora chambea por necesidad para la causa lopezobradorista. Sin embargo, el Quinto Distrito comprende municipios pequeños a los que es difícil acceder. Ahí Morena lleva un 70 por ciento de la cobertura.
Reynosa, sede del Segundo Distrito, es el municipio más grande del estado y con un alto número de comités seccionales, al igual que el Tercer Distrito, con cabecera en Río Bravo. La tarea ahí será agotadora para el movimiento de izquierda, la que, no obstante, prepara un proyecto interesante en terruño reynosense.
Un dato de interés: Reynosa representa el 22 por ciento del padrón electoral de Tamaulipas. De esa dimensión es su importancia en las urnas. Por su parte, todo el sur de Tamaulipas, es decir, Tampico, Madero, Altamira y Aldama, significan el 22 por ciento del mercado electoral de la entidad.
El Sexto Distrito, con sede en Ciudad Mante, es el área distrital más complicada no sólo para Morena, sino para todos los partidos políticos. Su extensión es muy grande. Cuando Renato Molina tomó la operación en la tierra cañera, la cobertura morenista era apenas del 9 por ciento.
Ahora lleva un 36 por ciento de los comités instalados. Ahí la lleva.
Como se observa, el trabajo del Movimiento de Regeneración Nacional está concentrado en la construcción de la estructura que ‘promoverá y defenderá el voto’ lopezobradorista en la elección presidencial del próximo año, cuando se dispute ‘la madre de todas las batallas’.
Héctor Garza, Renato Molina y Rodolfo González Valderrama, enlaces territoriales de Morena en Tamaulipas, tienen harta chamba por delante. Y el tiempo apremia para el proyecto de ‘El Peje’.
Y para cerrar…
Mario Leal Rodríguez, subsecretario de Educación del gobierno del estado, ya le demostró a cierta ‘personita’ del sur que él sólo cumple con eficiencia su trabajo y de acuerdo a las instrucciones que le dictan desde mero arriba.
