CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- De nueve haciendas que existían en Victoria, sólo tres siguen en pie: la de Tamatán, utilizada hoy como oficinas de gobierno; las Adelitas, que cuenta con una cuadra de caballos y sirve como casa habitación, y la hacienda “Las Vírgenes”, que irónicamente funciona como motel.
Pero si buscan las de El Retiro, San Pedro, La Misión o San Luisito, quedan solamente unas piedras, algún par de columnas o sólo muros.
Juan Antonio Lugo Mancilla, cronista adjunto de Victoria, lamentó que la gran mayoría de este patrimonio histórico se pierda por falta de interés de las autoridades y de la sociedad en general, sin un plan de rescate o conservación.
Explicó que no hay muchas haciendas documentadas en Victoria, porque la mayoría no estaban registradas en el fisco sino aquellas que pagaban impuestos, pues otros centros productivos de la época, con tiendas de raya, contaban con su propia caja de pago.
En ese tiempo, era el gobierno quien se encargaba de mantener un registro del pago de sus impuestos, entre otras cosas.
Según el cronista, en la historia de las haciendas existen un cambio decisivo entre 1920 y 1930, con el triunfo de la revolución armada, pues dichas tierras pasaron a los campesinos en varias fracciones, que se convertirían en las comunidades de La Libertad, la Presita y la Misión.
“Por eso, la hacienda de Tamatán se viene abajo por la Revolución, por la falta de pago de impuestos y al final queda hipotecada”, dice Lugo Mancilla. Tiempo después, el gobernador César López de Lara la rescata para convertirla en escuela.
Con el reparto de tierras, los campesinos descontinuaron el trabajo de las haciendas y quedaron en el abandono; inclusive, al día de hoy pertenecen a particulares, que no autorizan a investigadores e historiadores que se documenten, se reconozcan o estudien de cerca.
“No había interés de parte del gobierno. Ahorita hay una euforia por rescatar lo antiguo, lo cual no les interesaba antes”, como pasó con la fuente del Paseo Méndez, que estaba hecha con piedra volcánica.
La hacienda más rescatable es la de “Las Vírgenes”, de acuerdo con el cronista. “A mí me gustaría que se rescatara y que fuera propiedad del municipio, en donde se muestren fotografías de los revolucionarios y otros episodios”.
Existe poca información documentada
En Victoria, el archivo de Haciendas no está bien documentado, salvo la ex hacienda Tamatán, cuyos orígenes se remontan a la época de la Colonia, y sus documentos datan de la presidencia de Manuel González Flores. Del resto solo se pueden hacer breves comentarios.
Casco de la hacienda Tamatán
Se localiza hasta hoy al pie de la Sierra Madre Oriental, en la salida del río de San Marcos, por una boca montañosa. Cerca de allí tuvo lugar el establecimiento de la fundación original de la villa de Aguayo, pero no permanecieron mucho tiempo ahí, ya que los indios bajaban de la sierra a agredirlos, y eso empujó a los pioneros a establecerse río abajo, casi al centro de la actual capital.
Ex hacienda Las Vírgenes
Tuvo un papel importante en la economía del siglo XIX, ya que poseía sembrados extensos de henequén. Se localiza a un lado del negocio de tractocamiones John Deere, sobre la salida a Matamoros, y funciona como Hotel Peña.
“Después de la Revolución, compró la hacienda un norteamericano y la vendió a otra persona; finalmente se quedó con ella la familia Peña, que la administra como un motel”.
Ex Hacienda Las Adelitas
Localizada en el sector Infonavit, a un costado de Walmart y SAM’S. Sus propietarios actuales son españoles, pero perteneció a Emilio portes Gil.
Ex hacienda La Garra
Se ubicaba a un costado de la ex hacienda Tamatán, y se dedicaba a la producción de henequén.
Ex Hacienda de San Luisito
Situada a espaldas del Seguro Social Número 2, era un rancho vasto llamado “San Luisito”. Aún se pueden observar tres columnas del casco original en los jardines que hoy pertenecen el ITIFE; se presume que data de la Colonia, pero la información es insuficiente.
“La versión que yo tengo es que vienen de un campamento militar, de la época de Servando Canales Bolaño, que fue gobernador del estado.”
Hacienda de Calamaco
Se encuentra al norte de la ciudad. Sin documentos suficientes.
Hacienda La Misión
En la colonia salida a la interejidal. Sin documentos suficientes.
Según el libro “Las Haciendas de Tamaulipas, el origen de la propiedad rural del noreste de México” de Octavio Herrera, localizaba otras dos construcciones con los nombres de “San Pedro” y “El Retiro”.
San Pedro construcción del siglo XVIII.
Funcionó primero como capellanía, y a inicios del siglo XIX, fue administrada por la familia Fernández, oriunda de Tula y la villa de Aguayo.
Más tarde pasó a Francisco Vital Fernández, personaje distinguido de la vida política del Tamaulipas independiente. Producía maíz, caña de azúcar y piloncillo, que procesaba con agua de acequias provenientes de la Sierra Madre. Sólo quedan algunos restos.
El Retiro
A fines del siglo XIX, el segundo obispo de Tamaulipas, Eduardo Sánchez Camacho, puso en duda las apariciones de la Virgen de Guadalupe, para escándalo de muchos. Esto provocó una conmoción política social que lo obligó a dejar la diócesis y retirarse a esta hacienda, como un ermitaño.
Sánchez Camacho hizo construir primero una propiedad en el camino real a Tula, cerca del paraje de Joya Verde, y se le conoció desde entonces como la finca de El Retiro. Hoy está sola y en ruinas, pero es susceptible de reconstruirse.




