Donde las viejas se quedan «jorras», por no parir cabrones».
Viene a colación porque asistimos a la presentación de un excelente libro de Carlos Martín Herrera, titulado “El Libro de Nacimientos de la Parroquia de Nuestra Señora de Loreto de Burgos 1750-1860”,en el Centro de Excelencia en el campus universitario de la UAT.
Libro que propicia caminos maravillosos a la investigación sobre las raíces de familias de Tamaulipas.
La genealogía del archivo de matrimonios de Burgos es un crisol que abre los senderos y una apología de personajes distinguidos de la vida social, cultural e histórica de Tamaulipas. El trabajo de Carlos Martín Herrera de la Garza es una aportación que sin duda enriquece un panorama sociológico y psicológico de las familias que desde Burgos irradiaron prototipos.
No sólo el Noreste mexicano sino en la vida económica y social del sur de los Estados Unidos. El maestro Carlos Martín Herrera de la Garza, mantuvo la atención del público.
Motivados por el parentesco y la curiosidad que propicia el verse cercanos por nombres y familias que los vinculan a una cultura de usos y costumbres, en un testimonial ameno, que el autor mantuvo a lo largo de su charla.
He dicho que sociológico porque sucede que en esa raigambre de Apellidos como herencia y heráldica concurren aspectos de lazos cerrados de conocidas familias que se emparentaban entre primos y hermanos creando una genealogía de nombres y apellidos similares y que explican el reforzamiento de los lazos económicos consanguíneos. La Señora de la Huerta de la Garza perfiló con finura la personalidad del autor Martin Herrera.
José Zúñiga, agudo cronista de Burgis me recita estos versos que ejemplifican esas tendencias:
«Vámonos para Rancho Nuevo/ donde son buenos cristianos/ que pa no perder la sangre/ se casan primos y hermanos…».
Una investigación magnifica bajo el sello editorial de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.