19 abril, 2025

19 abril, 2025

Lloran a Miriam; la van a extrañar

Capillas de Funerales La Paz resguardan a víctimas de la violencia, en una de ellas velan los restos de la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El viernes las dos capillas de Funerales La Paz resguardan a víctimas de la violencia. En la primera velan a un joven sanfernandense y en la segunda a la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez. Los dolientes comparten espacios y recuerdos. Ambos fueron asesinados a balazos.

Las flores se abren paso entre las camionetas de Fuerza Tamaulipas y la Procuraduría General de Justicia (PGJ). El sol es abrasador. Los policías buscan sombra. Los agentes judiciales aguardan dentro de sus vehículos encendidos. Las personas que llegan a la funeraria apuran el paso cargando las coronas y arreglos. 

Parece un día normal en San Fernando. Los pollos están a punto de asarse para ser vendidos. El nevero se coloca afuera de la funeraria. El técnico que arregla aparatos electrónicos a un costado de la funeraria hace su trabajo.

Sobre la calle Servando Canales camina Martha Jiménez, la mujer se detiene a contar cómo era su comadre: “Miriam era nuestra defensora y no creo que alguien nos defienda como ella. Ella se metía a defender a la gente, defendía a los huérfanos y les conseguía becas y apoyos porque son niños huérfanos a consecuencia de la inseguridad”.

Adentro de la sala el silencio es abrumador. Las coronas enviadas por amistades, escuelas y colectivos llenan el cuarto. Los hijos de la activista, Luis y Azalea, están sentados frente a su madre. Detrás de ellos, las compañeras del colectivo de desaparecidos en San Fernando dan su apoyo.

“Era la que nos mantenía de pie, mi mamá. Me imagino que si la conociste, sabes quien es mi madre”, dice en voz baja el hijo. Mira de reojo hacia el féretro. “La fortaleza de nosotros era ella. A tanta gente que le daba fortaleza. ¡Increíble! que pudiera darle palabras a alguien, después de lo que pasó ella”, comenta su hija.

María, una de las integrantes del colectivo en San Fernando, cuenta que sin la guía de la representante no encontrará a su hijo desaparecido en 2010. “Yo no estudié nada y tengo sordera. Ella era quien me aconsejaba en la procuraduría. Lo último que hicimos fue denunciar, porque el anterior procurador perdió mi expediente”, añade.

Pasan de las 15:00 horas. Las camionetas de corporaciones de seguridad circulan de un lado a otro. Miriam Rodríguez será sepultada a las 17:00 horas. La tarde entra en plenitud. Decenas de mujeres comienzan a arribar a la funeraria. Conforme llegan más personas, algunos se despiden. El silencio se apodera de San Fernando.

De la funeraria sale un hombre canoso. Él fue maestro de secundaria de la activista. “A ella se le veía madera de líder, donde andaba ella andaban otros tres siguiéndola. En ese entonces San Fernando era completamente tranquilo, como tranquilo era el país. Aquí aunque no llevaban los mismos apellidos la gente era una sola familia y ahorita ya no”, comenta rápido y se despide entre el calor y el silencio.

Facebook
Twitter
WhatsApp