20 marzo, 2025

20 marzo, 2025

Conoce el síndrome de Stendhal

La observación de obras de gran belleza en un corto espacio de tiempo puede causar desde mareo a taquicardia

MÉXICO.- Ya lo decía Freud, de la belleza también se puede enfermar, y es que lo “bello” lleva intrínseco un elemento perturbador que puede alterar nuestras facultades intelectuales y turbarnos el ánimo. ¿No ha sentido nunca un cierto desasosiego interior al contemplar una obra de arte? Entonces puede estar tranquilo, eso significa que no ha sufrido el síndrome de Stendhal.

Este síndrome es una situación anímica que se desencadena tras observar obras de gran belleza en una misma ciudad y durante un corto espacio de tiempo. También es conocido como el síndrome del estrés del viajero o la enfermedad de los museos. Los turistas que lo han sufrido aquejan taquicardia, sudoración, sofocación, tensión emocional, agotamiento y mareo.

Florencia, cuna del síndrome
Cuando uno le pregunta a un florentino qué es lo que son, responderán diciendo qué es lo que fueron. Y en verdad razón no les falta. Sus calles están sembradas de obras artísticas, desde la cúpula de Brunelleschi, que puede verse desde cualquier punto de la ciudad –y de Italia, que dirían los florentinos- hasta la iglesia de Santa Croce, pasando por el palacio de los Uffizi, la Piaza della Signoria, el Ponte Vecchio o la casa de Dante, por citar tan sólo alguno de ellos.

Con tanta acumulación de belleza artística por metro cuadrado no es de extrañar que el escritor francés Marie-Henry Beyle (1783-1842), más conocido como Stendhal, sufriera un empacho artístico.

Sucedió el 22 de enero de 1817 –hace ahora justo 200 años- tras un largo día paseando por las calles de Florencia, admirando tallas, cúpulas, frescos, fachadas… el escritor comenzó a encontrarse mal al llegar a la iglesia de Santa Croce. En su diario escribió: “me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”. Tras ser examinado por un médico, que no hizo otra cosa que tomarle el pulso y mirarle a los ojos, le dijo que padecía de “sobredosis de belleza”.

Con informacion de ABC.

Facebook
Twitter
WhatsApp