Como se vislumbraba originalmente, si las apreciaciones son correctas, la elección de gobernador de Coahuila será invalidada.
¿La causa formal?, que el candidato del PRI al que se atribuyó el triunfo en los comicios del 4 de junio, Miguel Ángel Riquelme, habría rebasado el tope a los gastos de campaña, una de las causales de nulidad de una contienda electoral.
La constitución advierte con toda claridad que cuando en una elección la diferencia entre el primero y segundo lugar es menor a 5 puntos y el rebase superior al 5 por ciento, como todo indica que ha sucedido en la tierra de los Moreira, tendrá que anularse y convocarse a una extraordinaria.
Es oportuno recordar que la ventaja de las votaciones del priista sobre el abanderado Guillermo Anaya fue de únicamente 2.4 por ciento.
¿La causa de fondo?, cumplir el supuesto acuerdo subrepticio, según el cual en las negociaciones de la renovación de las gubernaturas, el PAN aceptaría, sin cuestionar, la victoria del priista Alfredo Del Mazo en la del Estado de México para cerrarle el paso a la candidata de MORENA, Delfina Gómez Álvarez, y a cambio de ello el tricolor otorgaría a Acción Nacional las de Coahuila y Nayarit.
Pero ¿qué fue entonces lo que echó abajo el aparente convenio?
A ciencia cierta no se tiene idea, hay quienes piensan, no obstante, que los hermanos Moreira Valdez habrían metido la mano para evitar el presunto arreglo porque la llegada de un panista, en vez de un priista al ejecutivo estatal, los habría expuesto a que se penalizaran sus fechorías, que no podían permitir, de manera que, para corregirlo, a los jerarcas del ex invencible no les quedaría más remedio que anular la contienda y devolverle la plaza política a Acción Nacional.
Si no se enmienda el asunto, entonces el presunto pacto de la sucesión presidencial del 2018 que habrían acordado el PRI y PAN para impedir la llegada del tabasqueño a los Pinos, automáticamente quedaría sin efecto.
¿Conjeturas o sólo elucubraciones de mesas de café? Es probable, sin embargo, el sospechoso silencio que Ricardo Anaya Cortes y Josefina Vázquez Mota guardaron sobre el proceso electoral del Estado mexiquense, a pesar de la serie de irregularidades que caracterizaron a la competencia, puso de relieve
que la mencionada componenda cupular era mucho más que especulaciones.
También habría que analizar y leer con detención la declaración hecha ayer por el dirigente nacional del PAN sobre el proceso coahulense. “Lo que está en juego no es solamente el futuro de Coahuila, –dijo el joven maravilla al llamar a la Unidad de Fiscalización del INE a valorar las pruebas en las que se basa para exigir la anulación del proceso– sino de la de la democracia del país”
Habrá que seguir de cerca los acontecimientos para deducir si, como muchos opinan, el caso Coahuila es un mero asunto local, desligado por completo de la elección del sucesor del presidente Enrique Peña Nieto o está vinculado a eventuales maniobras subrepticias entre dos de los representantes de los principales partidos políticos de México para resolver de común acuerdo la elección presidencial que está a la vista.
Mientras son peras o son manzanas, en Tamaulipas continúa la emigración de políticos a las filas del Movimiento Regeneración Nacional.
El ex candidato independiente a la alcaldía de Reynosa, José Ramón Gómez Leal, que fue uno de los aspirantes ciudadanos que logró la más alta votación del Estado, anunció que se sumaría al partido del Peje y que el año que viene trataría de disputar el gobierno de la ciudad fronteriza, esta vez con la camiseta de color guinda de la nueva agrupación política de izquierda.
La de mayor peso, sin embargo, fue la del mantense Lino Korrodi.
Ya que hablamos de morenistas tamaulipecos, la idea del aspirante a candidato de MORENA a alcalde de Madero, el empresario Adrián Oseguera Kernion, de aprovechar la agenda de actividades proselitistas para promover la cultura, un tema generalmente ausente en las campañas de cargos de elección popular, ha causado un impacto positivo entre los ciudadanos.
Así lo demostró el viernes la conferencia sustentada por el historiador Pedro Salmerón con motivo de la presentación de su libro “Los
Carrancistas” que el autor comentó con los maderenses y que, como se dio a conocer oportunamente, resultó todo un éxito tanto por el número como por la calidad de los asistentes al evento.
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