Correcaminos jugó el pasado viernes y cuando parecía podía ganar su tercer encuentro de forma consecutiva, las cosas le dieron una vuelta muy brusca pues de ir arriba 2-0 terminó empatado el encuentro.
Un duro golpe para los Ricardo Rayas quien así como se le aplaudió el buen planteamiento que hizo en sus anteriores encuentros, ahora si hay que decirlo que no lo hizo bien sobre todo en el segundo tiempo.
El primer tiempo inició con dificultades, pero después fue un pan comido, tuvieron para más jugadas de gol pero no pudieron hacer más que dos goles.
En el segundo tiempo las desconcetraciones aparecieron y costó un gol, después los cambios dentro del partido, lejos de ayudar creo que perjudicaron, cuando el partido estaba 2-1, sacaron a César de la Peña y David Sánchez, dos jugadores que conectaban y hacían una gran labor uno de sacrificio y otra de ser el enlace entre la defensa y mediocampo con los hombres de arriba.
Lo más sorpresivo fue que decidieron meter a Omar Hinestroza, jugador que no tenía ningún minuto en el torneo y que si bien le metió ganas, poco aportó.
E incluso puedo decir que los jugadores que calentaban a costado del campo -yo estaba a un metro de ellos- se preguntaban “¿dónde lo va a meter?” y tenían cara que no podían creer que el fuera elegido para estar en la parte media del campo por momentos, aunque apoyaron la decisión.
En fin, el punto es que Ricardo Rayas y su cuerpo técnico deben de aprender la lección, justo como él dijo en conferencia de prensa, “aprender a matar los partidos”, y sí, este juego era para un tranquilo triunfo y no porque el rival fuera fácil, pero no aprovecharon el momento.
Después los de Sonora despertaron y con escasas tres llegadas lograron empatar; ojalá se haya aprendido la lección y este viernes puedan sumar otra victoria de visita ante Murciélagos, que ojo, antes parecía ser un flan, pero hasta el momento ha mostrado buenas cosas por momentos.
Nos leemos entre semana, cracks.
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