Aunque desde hace mucho el PAN dejó de ser una auténtica opción de cambio, la disputa de la candidatura presidencial del 2018 ha exhibido a Acción Nacional ante la opinión pública como un partido similar al PRI, que lucha para llegar al gobierno pero no para sacar a los mexicanos del atolladero, cono afirman sus dirigentes, sino únicamente para gobernar al país y que todo siga igual que siempre.
La designación del senador Ernesto Cordero, ahijado político del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, como presidente del Senado de la República, gracias al voto por los senadores priistas que actuaron en bloque para impedir que la posición fuese asumida por un militante del grupo de Ricardo Anaya Cortes, le quitó la máscara de defensor de las causas ciudadanas y lo encueró como lo que realmente es, un partido con ambiciones de poder.
Para completar la tarea de entregar al partido a intereses ajenos a los de la agrupación, además, la aspirante a candidata presidencial, Margarita Zavala, pide ahora la renuncia del jerarca nacional al que acusa de dividir a la militancia, cuando es exactamente al revés, que es el clan de Calderón el que en el afán de llevar a la esposa de este a los Pinos no le importa sacrificar al organismo y pasar por encima de los principios e ideales de lucha de sus fundadores.
Los legisladores pro-priistas, como algunos llaman ya a los encabezados por el michoacano, van a hacer cuanto está en sus manos para tumbar al joven maravilla de la presidencia del CEN e imponer en su lugar a un jerarca títere del ex mandatario, como serían Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth, Jorge Lavalle Maury, César Pedroza Gaytán, Salvador Vega o el propio Cordero, que garantice el respaldo incondicional a la ex primera dama o que, si esto no es posible, entonces que descalifique el proceso interno, anule cualquier resultado adverso y divida a las bases, lo que sea necesario para asegurar el regreso a los Pinos.
La campaña de descrédito que se maneja desde el anonimato de las altas esferas del poder contra Anaya tiene la misma finalidad, quitar las piedritas del camino que estorban a la carrera de la señora Calderón por el cargo de mayor jerarquía y responsabilidad política de la República.
El problema es que si las maniobras para aniquilar a los anayistas fracasan, el partido político de la derecha quedaría en una situación en la que se le dificultaría impedir el eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador, que es, en el fondo, la razón de las alianzas y de los frentes amplios.
Cualquier parecido con la imposición de Sergio Guajardo Maldonado, el dirigente a modo del gobierno del Estado, como jerarca estatal del PRI de Tamaulipas con lo que sucede ahora en las filas albicelestes nacionales, es mera coincidencia y el papel de Oscar Luebbert Gutiérre, sería el de Ricardo Anaya o el villano de la película en turno del ex invencible tamaulipeco.
Cosas de los arreglos y componendas de la política.
En el marco el penúltimo informe de gobierno, por otra parte, el presidente Enrique Peña Nieto pronosticó que si se mantiene y profundiza el cambio realizado hasta ahora, seguramente se refiere a las reformas constitucionales y a la apertura comercial, en dos décadas México será un país desarrollado.
Lamentablemente, al igual que el mexiquense, hace 33 años, otro mandatario, Carlos Salinas de Gortari, formuló un vaticinio similar.
Cuando hablaba de las bondades del Tratado del Libre Comercio para América del Norte, TLCAN, que se negociaba a fines de 1993, CSG dijo que, gracias al crecimiento económico que el acuerdo traería consigo los mexicanos brincaríamos del tercer al primer mundo, pero todo fue un augurio fallido.
Ojalá que la predicción de EPN no corra la misma suerte.
En temas locales, los militantes del PAN de ciudad Madero se preguntan ¿cuál o cuales serán las causas, razones y motivos por los que a once meses de haber asumido las riendas del ayuntamiento el alcalde Andrés Zorrilla Moreno no se ha parado una sola vez por las oficinas del partido que le ofreció las siglas y la camiseta para llegar a la presidencia?
Si alguien lo sabe que nos lo diga, si es su voluntad, además, prometemos que guardaremos en el anonimato su identidad.
Hay quienes consideran que el munícipe de la urbe petrolera ha tenido más acercamientos con los directivos del Partido Verde Ecologista que con
los panistas.
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