Unos comicios en los que estarán en juego 3 mil 326 cargos de elección popular para lo que tendrán que instalarse 156 mil casillas en todo el país y con un universo de 88 millones de ciudadanos en condiciones de votar, son el gran reto que tendrán que enfrentar el Instituto Nacional Electoral y los institutos electorales de 29 estados y de la Ciudad de México.
Por primera vez en la historia de nuestro país, se elegirán de manera concurrente presidente de la república, senadores, diputados federales, nueve gobernadores y alcaldes.
En una charla con columnistas, el subdelegado del INE en el octavo distrito de Tamaulipas, que comprende Tampico y parte de Ciudad Madero, LIC. JUAN JOSE RAMOS CHARRE, comentó que el proceso requerirá un monumental despliegue de recursos económicos, materiales y humanos.
Detalló que habrán de entrevistarse 12 millones de ciudadanos, para seleccionar a un millón 500 mil de ellos como funcionarios de casilla, lo que evidentemente supone una tarea titánica, que prácticamente se inició el pasado 8 de septiembre y que tendrá su punto culminante el primer domingo de julio del año próximo.
En Tamaulipas, donde la elección local contempla, además de los cargos federales, la renovación de los ayuntamientos, la lista nominal de electores asciende a 2 millones 600 mil personas.
Explicó también que los jóvenes que cumplen 18 años entre el primero de septiembre de 2017 y el primero de julio de 2018 tienen la oportunidad de tramitar de manera anticipada su credencial para votar a fin de que estén en condiciones de emitir su sufragio y de hecho es sorprendente el número de solicitudes que ya se han recibido, lo que permite predecir que el segmento juvenil tendrá una gran participación.
Comentó que se espera que tanto las organizaciones políticas y la ciudadanía en general se comporten dentro de un marco de civilidad y que sea el razonamiento el que marque la dirección de las preferencias electorales. Como puede verse, el reto es enorme, pero hay que hacerle frente.
Y es en este escenario donde se advierte que la lucha se dará principalmente entre los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el Movimiento de Regeneración nacional, aunque los dos primeros seguramente recurrirán a alianzas con otros partidos minoritarios. Tal es el caso del Frente Ciudadano por México, que integraron el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
El PRI soporta una carga negativa por la poca aceptación que tiene el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO y los escándalos derivados de los gobernadores de esa filiación que saquearon a sus entidades, como CESAR y JAVIER DUARTE, en Chihuahua y Veracruz y, en el caso de Tamaulipas, por la mediocre gestión de EGIDIO TORRE CANTU.
En esa tesitura, requiere de un candidato convincente y sin ligas con los grupos dinosáuricos que durante años han usado la política y la función con meros fines utilitarios. Y todo parece indicar que el abanderado tricolor será el actual secretario de Hacienda JOSE ANTONIO MEADE, para cuya eventual postulación se cancelaron los candados que lo imposibilitaban por no ser militante.
En el PAN se ha desatado una guerra interna entre los grupos de su dirigente nacional, RICARDO ANAYA y el del ex=presidente FELIPE CALDERON, quien desea ver a su esposa, MARGARITA ZAVALA como la candidata presidencial.
Frente a ellos está ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, de MORENA, que de hecho es ya el único candidato prácticamente definido y que hasta ahora se mantiene al frente de las preferencias electorales pese a las campañas de denostación de que ha sido objeto. Pero tendrá que enfrentarse a todo un sistema que se niega a perder el poder y que buscará hasta las más extrañas alianzas para cerrar el paso a “El Peje”.
Pasando a otro tema, el equipo de colaboradores que integró el dirigente estatal del PRI, SERGIO GUAJARDO MALDONADO, despide en su mayor parte un tufo a EGIDIO TORRE CANTU, además de que incluye a figuras de tercera división que en las circunstancias actuales difícilmente le darán realce a los cargos que se les confirieron.
Como secretaria adjunta para la zona de Tampico=Madero se designó a ROSA MUELA MORALES, quien desde hace mucho se desligó del priísmo local y se mantuvo en zonas de confort en cargos públicos de medio pelo. A lado de un GUADALUPE GONZALEZ GALVAN es una girl scout. Para Altamira, Aldama y González, se nombró secretaria adjunta a GRISELDA CARRILLO REYES, que viene de una derrota y que difícilmente podrá nadar contra la ola política que actualmente tiene la supremacía en la tierra de Cuco Sánchez. Al DR. ERNESTO GUTIERREZ, cuyos mejores días ya pasaron, se le dio la subsecretaría de Vinculación Social en la zona sur. Pero el colmo fue darle una comisión a la DRA ANA MARIA HERRERA, cuya inactividad es harto conocida.
Con su propia opaca imagen personal y el tipo de colaboradores, se fortalece la percepción que el “nuevo” PRI en Tamaulipas está diseñado solo para servirle de sparring al gobierno panista de JAVIER GARCIA CABEZA DE VACA y que como premios de consolación se le otorgarían unas cuantas alcaldías en el 2018. Y la tibieza tricolor se nota ya en la virtual sumisión de sus diputados en el congreso local que ni la voz alzan.
Por lo pronto los comités directivos en la zona conurbada continúan en la inmovilidad así como los sectores que integran el organigrama del partido. Sin lana, no hay chamba, diran.raulpazos45@gmail.com