MÉXICO. La NASA ha estado en actitud sigilosa con la presencia de objeto extraño proveniente —según los científicos— de un sistema solar que no pertenece al de la Tierra. Fue visto por primera vez hace un mes en Hawái y bautizado, en honor a la lengua de ese lugar, ‘Oumuamua’, que hace referencia a un explorador, un mensajero que viene de lejos y llega primero.
A pesar que desde un inicio pensaron que se trataba de un cometa, el Observatorio Europeo Austral (ESO) y de otras instalaciones no revelaron signos de actividad cometaria tras su paso más cercano al Sol, en septiembre de 2017. Por lo que llevó a la NASA a ‘vigilar’ durante semanas al objeto extraño.
El objeto ha sido reclasificado como un asteroide interestelar dentro de una nueva clase. “Tuvimos que actuar con rapidez”, explica Olivier Hainaut, miembro del equipo de ESO en la localidad alemana de Garching, “ya que ‘Oumuamua había pasado ya su punto más cercano al Sol y se dirigía hacia el espacio interestelar”.
“Esta cosa es muy extraña”, aseguró Karen Meech, del Instituto de Astronomía de la Universidad. El hallazgo tuvo lugar el 19 de octubre desde el observatorio Pan-STARRS 1 de Hawaii y fue publicado en la revista Nature.
Inmediatamente después de su descubrimiento a mediados de octubre, telescopios de todo el mundo, incluyendo el Very Large Telescope de ESO en Chile y otros observatorios fueron alertados para medir la órbita del objeto, el brillo y el color. La urgencia de ver desde los telescopios terrestres fue vital para obtener la mejor información, informa la NASA.
Como resultado, se encontró que ‘Oumuamua’ varía en brillo por un factor de diez al girar sobre su eje cada 7.3 horas. Ningún asteroide o cometa conocido de nuestro sistema solar varía mucho en brillo, con una proporción tan grande entre largo y ancho. Los objetos más alargados que hemos visto hasta la fecha no son más de tres veces más largos que anchos.
Estas propiedades sugieren que ‘Oumuamua’ es denso, compuesto de rocas y metales. Posiblemente, no tiene agua o hielo, y el aspecto enrojecido es debido a los efectos de la radiación de los rayos cósmicos durante cientos de millones de años.
Con información de Sputniknews.