Nos preparamos con la panza relumbrosa para:
1.- Digerir la burla urbana del 17. Queda para la historia electoral.
2.- Aprender que en política se come de todo
hasta perder la vergüenza.
3.- Me dicen (me quieren enseñar) que El Hombre es un animal político.
Muy Aristotélicos de segunda, pero en realidad
son políticos animales que digieren difícilmente la critica.
4.- En diciembre el champurrado es un hábito que no tiene religión ni iglesia alguna, todo nos lo echamos.
5.- En política los pensadores son un champurrado que todo lo derraman.
6.- Quiero decir los ideólogos que piensan con la cuchara grande y se sienten los Príncipes de Maquiavelo cuando piensan que los buñuelos justifican los medios. Los medios corruptos para hacerse de tanto dinero sin pensarlo.
7.- Los tamales de diciembre son los más deliciosos.
Un tamal en hoja de maíz al comal es de paladar de papá, porque el Papa Francisco está muy lejano.
8.- Antes tener una mamá tamalera (que hacía tamales), era una burla. Hoy es una virtud y un espléndido negocio.
9.- El buñuelo tiene su chiste. Mamá los bajaba del cielo. Desde hace muchos años los hace para Dios. Bueno eso supongo.
10.- Pasaremos como Dios manda esta Navidad con nuestra familia. Muy pequeña pero grande de afectos. Los tamales que me gustan son de hoja de maíz. De acelga así así. De hoja plátano así así.
11.- Nuestra embutida tendrá un aumento de tres kilos con todo.
12.- Nos imaginamos las pedorreras masivas e individuales.
13.- Diciembre es un recorte de vejestorios y cambios de colchón. Los obituarios, las esquelas y las tres misas
se acumulan. Y los divorcios.
14. -Se mueren por «tamalear». Por darle al champurrado, al buñueleski, al pastel de tres leches y a la pata suelta.
15.- Es el mes del guayabo. Porque muchos le hacen al jarabe tapatío. Se sienten muy jóvenes para flotar y quedan trepados en el guayabo por última vez.
16.- Los políticos aprovechan la confusión de diciembre para huir con las talegas repletas. Son los animales políticos que buscan algún en el averno para aparearse.
17.- Somos el real país del olvido. ¿Quién se acuerda de ellos? Vamos, la justicia es la que menos se acuerda.
18.- Los tamales inflan la panza. Son un engaño de nuestra economía.
La inflación es producto de nuestra economía tamalera.
19.- Los egresados de Londres y Boston, y hasta los del Tec de Monterrey son tamaleros.
La ética, queda en señalética. Con dirección al abismo.
20.- Hemos tenido cuatro sexenios tamaleros. Con una inflación extraordinaria. Diciembre es el mes del tamal.
