TAMPICO, Tamaulipas.- Con ‘look’ de candidato (pelo recientemente cortado), un sonriente José Antonio Meade apareció a la derecha del presidente Enrique Peña Nieto.
En una mañana fresca, el evento oficial realizado en Los Pinos era para anunciar la renuncia del secretario de Hacienda, pero el ambiente era la de un ‘destape’.
Sin embargo, el único mensaje político ofrecido por Peña Nieto se caracterizó por ser sobrio, escueto, por un instante cálido, pero también por un ‘resbalón’, ya típico en el primer mandatario:
‘A quien deja la Cancillería le deseo…’, dijo, en inicio, por error el presidente de la república al referirse a José Antonio Meade. Luego, al darse cuenta de su equivocación, corrigió y expresó: ‘Quien deja la Secretaría de Hacienda y Crédito Público’.
José Antonio Meade inició el sexeñio peñanietista, efectivamente, como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Esa fue su primera tarea en la actual administración federal, un cargo que dejó en agosto de 2015.
Después, Peña Nieto, viendo a los asistentes, sonrió por su ‘resbalón’ y expresó: ‘Para nota, ¡quedará como nota!’.
Entonces, precisó cada uno de los cargos que José Antonio Meade desempeñó en su sexenio: ‘Quien dejó la Cancillería, quien dejó la Secretaría de Desarrollo Social y hoy deja la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le deseo el mayor de los éxitos, ha sido un colaborador entregado a las responsabilidades que le he confiado’.
En lo más político de su mensaje, el primer mandatario añadió sobre la trayectoria del ex secretario de Hacienda y virtual candidato presidencial del PRI: ‘Se ha entregado a estas responsabilidades siempre con una gran vocación de servicio y con un enorme compromiso con México, con la nación, a partir del amor que guarda por nuestra nación’.
Coloquial, el presidente tuteó a Meade Kuribreña: ‘Muchas gracias Pepe y el mayor de los éxitos’.
Dentro de las formalidades, José Antonio González Anaya, ex director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), fue designado nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por su parte, Carlos Alberto Treviño asciende en el organigrama de Pemex y ocupa, por designación del presidente de la república, la dirección general de la empresa paraestatal.
Mudo testigo de los hechos, aunque aplaudió cuando ameritó el momento, fue Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía del gobierno federal.
Así, con un típico ‘resbalón’ verbal del presidente Peña Nieto, se escribió la etapa previa del inminente ‘destape’ de Meade como candidato del PRI a la silla de Los Pinos en 2018.
