En un buen número de países cada catorce de febrero se celebra el Día del Amor o La Amistad y viene desde el siglo tercero cuando un llamado sacerdote romano de nombre Valentín fue sentenciado a muerte el catorce de febrero del año 270 por celebrar en secreto matrimonios entre jóvenes enamorados, contraviniendo la orden del emperador Claudio que se oponía a estas uniones porque consideraba que los solteros sin familia resultaban mejores soldados por tener menos compromisos, ataduras y vínculos sentimentales.
De aquí el Día de San Valentín.
A México llega la tradición en 1920 y es fecha que continúa celebrándose en todos los niveles sociales y económicos del país, incluyendo políticos y educativos donde incluso, en estos últimos se suspenden las clases para realizarse fiestas estudiantiles e intercambiarse regalos.
En fin es un gran día que nadie pasa por alto.
A caray, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el ayuntamiento capitalino dará chalecos antibalas a los agentes de Tránsito y les proporcionarán además un seguro de vida pero no les darán arma alguna.
¿Con qué propósito?
Vaya usted a saber pero la raza ya sabe usted como es y dice que es para que no se maten entre ellos mismos.
A propósito los agentes preventivos contarán con perros policías pero estos últimos tampoco les van a dar armas al parecer por las mismas razones.
Carajos, el asunto no es para menos pero un estudio de la Secretaría de Salud informa que Tamaulipas es un estado con un buen número de diabéticos y lo peor es que la mayoría son menores de edad lo que invita a los padres de familia para que vigilen más de cerca a sus hijos pues con eso que en la calle como en algunas escuelas comen de todo pues no hay control alimenticio en ellos, por lo tanto mucho cuidado porque les pueden dar un buen susto.
Y ya que andamos por estos rumbos sería una buena idea que directores y maestros prohibieran a las madres que a la hora del recreo estén pegadas a las bardas de las escuelas tratando de atraer a sus hijos e hijas para entregarles “el lonche” pues con eso de que no les dan el desayuno en casa dizque por no tener hambre pues se los llevan en la hora libre y esto en vez de hacerles un bien es mayor el daño que les hacen en tal virtud la secretaría del ramo tiene la palabra.
Lo que trae a mi recuerdo que cuando era niño y cursaba mi primaria en la mencionada escuela no existía esa costumbre y por el contrario nuestros padres nos obligaban a levantarnos temprano y antes de ir a la escuela había que barrer y regar la calle sin olvidar que para las ocho de la mañana en que sonaba el timbre ya estábamos formando filas para ingresar al salón de clases bien bañados, vestidos y comidos.
Hoy no es así y eso que el horario de ocho horas se repartía en dos: cinco por la mañana y tres por la tarde.
A propósito y ante la cercanía de lluvias, nortes y solazos sería conveniente que en el pueblo de mis mayores funcionara un transporte público que recorra las principales calles y colonias dadas las distancias que hay de la casa a la escuela o al revés volteado o en su defecto que las escuelas se hagan de un autobús para prestar este servicio a sus alumnos.
La pregunta de la semana:
¿Quién compró cítricos y banrural?
Porque hasta hoy son puras habladurías y no se sabe nada.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE