El manual político electoral lo dicta con toda claridad: Cada elección es distinta, cada elección es diferente.
Aunque muchos analistas comparan la competencia presidencial de 2006 con la que se registra en 2018, la realidad es que, hasta el momento, a tres días de haber concluido el periodo de precampañas, el diagnóstico indica que una vez más se demostrará el dicho de que ‘cada elección es distinta’.
En ese contexto, en las tres anteriores elecciones presidenciales, el Partido Acción Nacional (PAN) arrasó en las urnas de Tamaulipas.
En los procesos electorales de 2000, 2006 y 2012, con sus candidatos Vicente Fox, Felipe Calderón Hinojosa y Josefina Vázquez Mota, el PAN logró triunfos contundentes.
Incluso, en la elección de hace seis años, cuando el partido blanquiazul perdió la silla presidencial y quedó en tercer lugar a nivel nacional, en tierras tamaulipecas el panismo aplastó y, desde entonces, envió el mensaje de que iba con todo por la gubernatura del estado, la que obtuvo en 2016 con los vientos del cambio enarbolados por Francisco García Cabeza de Vaca.
Desde el año 2000, el PAN rebasó la cifra de los 500 mil votos en las urnas y, además, fue el único partido que, en las tres contiendas presidenciales, superó el 40 por ciento de los sufragios. En 2012 estuvo a punto de alcanzar los 600 mil sufragios.
Como en todo proceso electoral, se deben analizar los distintos factores en juego. Uno de ellos es fundamental: En las pasadas batallas por Los Pinos, el PRI tenía el control del gobierno estatal. A pesar de que su maquinaria parecía invencible y llegó a ser calificada en tiempos de Tomás Yarrington Ruvalcaba como ‘ejemplo nacional’, la verdad es que el priismo no pudo hacer gran cosa para detener las olas azules.
Ahora que Acción Nacional ejerce el gobierno de Tamaulipas se convierte en un factor que lo ubica en calidad de favorito para ganar las elecciones en el estado, considerando los antecedentes históricos.
Pero, se reitera, cada elección es diferente, cada elección responde a una conjugación distinta de factores en juego. El peso e influencia de las variables, al igual que las circunstancias, cambian.
Un factor que será decisivo en este proceso electoral es el impacto que tendrá el nombre de Andrés Manuel López Obrador en los estados, distritos y municipios. Al momento, el candidato presidencial de la alianza ‘Juntos Haremos Historia’ va arriba en todas las encuestas. En algunos sondeos, como el publicado por el periódico El Financiero, lleva una ventaja de hasta 11 puntos porcentuales.
¿De qué tamaño será el impacto que tenga ‘El Peje’ en las boletas que se depositen en Tamaulipas? ¿Hasta qué grado impactará a favor de los candidatos a senadores, diputados federales y alcaldes postulados por la alianza integrada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro Social (PES) y Partido del Trabajo (PT)?
En 2000, por ejemplo, la izquierda (entonces representada por el PRD) no alcanzó ni los dos dígitos en la votación estatal. En 2006, ya con López Obrador por primera vez en las boletas, la alianza de las izquierdas obtuvo el segundo lugar con el 26.47 por ciento de los votos. Hace seis años, ‘El Peje registró un retroceso en cantidad y porcentaje de sufragios. Apenas llegó al 20 por ciento de la votación total.
Hoy, AMLO aparece en el escenario electoral con una versión ‘recargada’. Algunas encuestas indican que Morena ha crecido de manera notoria en ciertos municipios y distritos de la entidad.
Bajo esa perspectiva, es más que evidente que el Movimiento de Regeneración Nacional ya desplazó al PRI no sólo de la segunda posición en tierras tamaulipecas, sino que, por ende, ya se convirtió en el adversario principal de Acción Nacional. Eso debe quedar claro.
Por supuesto, el PRI defenderá las plazas que gobierna en la actualidad: Tampico, Ciudad Victoria y Matamoros. En Jaibolandia y en la capital del estado el priismo cuenta con liderazgos probados. No es el caso en Matamoros. Aquí se debe considerar que el PAN tiene mucha -muchísima- fuerza en la plaza porteña.
Además, se insiste, no se debe perder de vista el factor Morena, cuyo crecimiento en los sondeos es notorio sin importar el nombre del candidato a alcalde, diputado federal o senador.
Los resultados de todas las elecciones son determinados por la conjugación de una serie de factores y variables, los que pueden cambiar de un momento a otro sobre todo en tiempos en que el flujo de la información (y la desinformación) es más rápido que nunca.
En resumen: Cada elección es distinta. El proceso electoral de 2018 en Tamaulipas no escapa a esa premisa.
Y PARA CERRAR…
Ricardo Monreal, vicecoordinador de la segunda circunscripción electoral del Movimiento de Regeneración Nacional, estará en Ciudad Victoria el próximo viernes.