CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Tamaulipas ha tenido nueve secretarios de seguridad pública estatal en los recientes 18 años.
La política pública de seguridad comenzó en el gobierno de Tomás Yarrington Ruvalcaba. De 1999 a 2000, dichas tareas fueron responsabilidad del titular de la Secretaría General de Gobierno (SSG), Homero Díaz Rodríguez.
Al expedirse la Ley de Seguridad Pública del Estado de Tamaulipas, el 29 de marzo del 2000, la estructura gubernamental se transformó para crear la Dirección General de Seguridad Pública.
A partir del sexenio de Eugenio Hernández Flores, con las reformas publicadas el 6 de septiembre de 2006, se creó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Por la cabeza de esta dependencia han pasado abogados con carrera judicial e integrantes de las Fuerzas Armadas en activo y retirados.
La confrontación entre grupos delincuenciales en 2006 empezó a detonar cambios repentinos, algunos vinculados a ataques directos contra funcionarios, otras modificaciones han sido provocadas por la imparable ola de violencia.
Los despidos y las renuncias de altos mandos han incidido en la implementación de una política de seguridad y combate a la delincuencia.
José Ives Soberón Tijerina
Septiembre de 2000 a 31 de diciembre de 2004
El vallehermosense tomó el cargo en el primer año del mandato. El abogado ya había sido Procurador General de Justicia, subsecretario general de Gobierno y delegado de Seguridad en Matamoros.
Pese a que antes ocupó el puesto de Director de Prevención y Readaptación Social no pudo controlar los penales tamaulipecos. Durante sus cinco años de trabajo hubo decenas de asesinatos, sobre todo en las cárceles de la frontera tamaulipeca.
Al terminar el mandato de Yarrington Ruvalcaba, Ives Soberón recibió el nombramiento de secretario del Ayuntamiento de Matamoros y más tarde repitió con el actual alcalde “Chuchín” de la Garza
General Luis Roberto Gutiérrez Flores
1 de enero de 2005 al 5 de mayo de 2005
El militar estuvo 165 días al frente de la SSP. En ese periodo se registraron 115 homicidios, la mayoría en Nuevo Laredo. Ningún operativo pudo reducir la inseguridad que se extendió en las ciudades de la región Ribereña.
Los diputados del PAN y del PRD pidieron la destitución de Gutiérrez Flores con el argumento de los asesinatos en los penales. En un mes fueron asesinados 5 reos del penal 2 de Nuevo Laredo; dos de los muertos denunciaron que pagaron 50 mil dólares al director de la Policía Estatal Preventiva a cambio de protección El director de penales, Eduardo Aburto Verduzco, renunció ante los señalamientos y los homicidios.
Cuatro policías fueron ejecutados durante el mando de Roberto Gutiérrez Flores. Al anunciar su salida, los directores de Readaptación Social, Asuntos Internos, Operación Policial, de la Policía Estatal Preventiva y de otras siete direcciones y subdirecciones presentaron sus renuncias irrevocables.
José Ives Soberón Tijerina
5 de mayo de 2005 al 7 de septiembre de 2010
El gobernador Eugenio Hernández volvió a colocar a Ives Soberón al frente de la seguridad estatal. El abogado cercano a Tomás Yarrington anunció una reestructuración de la Secretaría de Seguridad Pública.
El 17 de mayo, el funcionario enfrentó el primer golpe. “Un comando de encapuchados, que simularon montar un retén militar, rescataron al reo integrante de la delincuencia organizada, José Luis Saldaña Rojas, cuando era trasladado al penal de Altamira”, informó el semanario Proceso.
Ante el alza de la violencia en Nuevo Laredo y municipios vecinos, Hernández Flores ordenó a Soberón Tijerina implementar la depuración y el programa “Policía Fronteriza”. La propuesta fue presentada al presidente de México, Vicente Fox Quesada, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, en agosto de 2005.
Los múltiples anuncios, cambios en mandos y planes no sirvieron para detener la violencia en los cinco años siguientes. De 2006 a 2010 los policías estatales quedaron rebasados ante los enfrentamientos entre grupos criminales. Inclusive, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos denunció la colusión entre funcionarios y criminales.
Después de mil 584 días y posterior al estallido de un coche bomba en el estacionamiento de la SSP, José Ives Soberón renunció al cargo. El saldo que dejó fueron la masacre de 72 migrantes centro y sudamericanos en San Fernando, más de 90 reos fugados y 50 asesinados dentro de los penales, ataques a instalaciones oficiales y 2 mil 200 homicidios dolosos.
Antonio Garza García
7 de septiembre al 31 de diciembre de 2010
En el peor momento de violencia llegó el mando de la Policía Federal. El hombre presentado con una experiencia de 40 años renunció a su cargo de coordinador estatal de la Policía Federal en Michoacán para trasladarse a territorio tamaulipeco.
El comisario federal presumió su paso por Coahuila y Nuevo León, veteranía que no le valió para controlar el estado. Tres días después de tomar protesta, 85 reos escaparon del penal de Reynosa. Dos versiones corrieron del hecho, la primera indica que los internos colocaron una escalera para cruzar el área perimetral, la segunda culpa a los custodios de abrir las puertas de la cárcel.
A Garza García también le tocó coordinar la ayuda humanitaria para el éxodo de los habitantes de Ciudad Mier a Miguel Alemán a causa de las balaceras y quema de casas. Antes de dejar el puesto, fue responsable de otra fuga masiva con 141 presos en Nuevo Laredo.
General brigadier Ubaldo Ayala Tinoco
1 de enero de 2011 al 15 de abril de 2011
Tres meses y 17 días estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública. El militar presentó su renuncia el 15 de abril, tras el hallazgo de 145 cadáveres en fosas clandestinas en San Fernando.
El secretario de Gobierno, Morelos Jaime Canseco Gómez, negó que la matanza haya sido la razón para separarlo del puesto, asegurando que la salida se relacionaba “con la estrategia nacional de fortalecimiento de la seguridad pública en el estado».
Rafael Lomelí Martínez
17 de abril de 2011 al 15 de marzo de 2014
El excapitán de infantería del Ejército aceptó la papa caliente.
Para Lomelí Tamaulipas no era una entidad desconocida, ya que anteriormente había sido coordinador estatal de la Policía Federal.
En los 2 años 11 meses Lomelí atestiguó la caída de las fuerzas estatales y la intervención de los elementos de las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y Marina Armada de México (Semar) en las tareas de vigilancia de las principales localidades.
En 2012, Rafael Lomelí admitió que 50 por ciento de los municipios no contaban con policías locales. Además, el personal operativo protestó en múltiples ocasiones por la inexistencia de condiciones para desarrollar su trabajo.
El 2 de julio del mismo año, un coche bomba estalló en las inmediaciones del domicilio de Lomelí Martínez, dejando un saldo de dos personas muertas y siete heridas. Lomelí se mantuvo en la encomienda de depurar la corporación estatal y mejorar la seguridad, ninguna fue posible.
General brigadier Arturo Gutiérrez García
17 de marzo de 2014 al 2o de septiembre de 2015
Con la fama de limpiar San Luis Potosí posteriormente del asesinato del policía estadounidense, Jaime Zapata, el militar fue presentado por Egidio Torre Cantú en un evento con funcionarios federales en Ciudad Mier.
Días después se desató una sangrienta pugna de grupos criminales en Tampico y municipios aledaños. La Federación tuvo que intervenir en respuesta a las protestas para exigir paz en el sur tamaulipeco. El entonces ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció un plan especial para la entidad el 13 de mayo de 2014.
Los logros que Gutiérrez García informó fueron, entre otros, el desmantelamiento de 45 celdas de privilegio y cerca de 70 casinos en las cárceles de la entidad, además de la detención de 783 presuntos delincuentes integrantes del crimen organizado.
El campo de acción del general Arturo Gutiérrez fue pequeño por la poca fuerza operativa y se limitó a apoyar a los mandos especiales de la Sedena y Semar que coordinaron las regiones Frontera, Costa, Centro y Sur. Renunció para aceptar la secretaría de seguridad en San Luis Potosí.
General Jesús Martínez Martínez
21 de septiembre al 31 de octubre de 2016
El integrante del Estado Mayor fue elegido por el historial de haberse desempeñado como comisionado de la Policía Metropolitana en el sur y comandado los destacamentos militares de Río Bravo, Matamoros, San Fernando, Soto la Marina y Ciudad Victoria.
Martínez Martínez no dejó una huella visible a su paso por la Secretaría. En varias ocasiones el funcionario declaró que la corporación local carecía de elementos para dar cobertura al estado.
En los tres meses respondió a los cuestionamientos de la partida de la Policía Militar. “El dinero no es problema en el combate a la inseguridad, sino la falta de elementos, policías” admitió en una reunión con diputados locales.
El sexenio de Egidio Torre Cantú fue el más violento y mortal de los últimos 18 años, al finalizar con mil 217 homicidios dolosos con arma de fuego, cantidad superior en 509 hechos al sexenio de Tomás Yarrington y en 43 al de Eugenio Hernández Flores.
Vicealmirante Luis Felipe López Castro
1 de octubre de 2016 al 1 de marzo de 2018
Dieciocho meses duró el marino al frente de la SSP. El arranque de su gobierno fue terso, aunque para 2017 enfrentó el autogobierno en los siete penales tamaulipecos, los enfrentamientos en Reynosa y las ejecuciones en Ciudad Victoria.
Durante el mando de López Castro, policías Fuerza Tamaulipas decomisaron más de 17 mil 568 kilogramos de mariguana, que encontraron oculta en bodegas, túneles y camiones ubicados, principalmente, en la franja fronteriza con Estados Unidos de América.
Igualmente participaron en el plan contra las fuentes de financiamiento del crimen organizado. De enero del año pasado a la fecha habían asegurado un estimado de 67 millones de pesos en acciones conjuntas con las autoridades federales.
El secretario Vicealmirante Luis Felipe López Castro no logró controlar los puntos rojos en Reynosa y la zona Ribereña. Antes de despedirse el funcionario destacó el trabajo en las carreteras tamaulipecas y retomar el control en el sistema penitenciario estatal.
“Tamaulipas ha ido avanzando en las condiciones de la seguridad. Avanzamos reduciendo crímenes, reduciendo inseguridad, recuperando espacios, pero debo aceptar que vamos más lentos en la percepción y no porque suceda un enfrentamiento en una colonia todo el municipio de Reynosa esté en problemas”, dijo López Castro en su entrevista de despedida.
En el periodo del vicelamirante en 2017 hubo mil 623 homicidios, la cantidad de asesinatos más grande en los últimos 8 años, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob).