27 abril, 2025

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¡Cuidado con los plásticos!

Utilizar de manera errónea las tarjetas de crédito tiene como consecuencia un sobreendeudamiento. Por eso es importante conocer cuáles son las fallas más comunes

MÉXICO.- Una de las causas principales de endeudamiento entre los mexicanos es el mal uso de las tarjetas de crédito. El monto promedio de deuda de quienes hicieron mal uso de sus plásticos, se ubica arriba de la media nacional, aseguró Kathy Quintero, experta en finanzas personales.

La especialista precisó que, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), actualmente hay más de 25 millones de plásticos en circulación, lo que representa un aumento del 4 por ciento con respecto a las cifras de 2016. Además, señaló que al cierre del año pasado el saldo total de las tarjetas fue de 386 mil millones de pesos, convirtiéndolas en el producto de mayor monto en toda la cartera de crédito de consumo.

Sin embargo, destacó que el entusiasmo en la aceptación de esta forma de pago no se ha visto acompañado de una mejor administración monetaria. Según la misma fuente, el Índice de Morosidad (IMOR) de los plásticos se situó en 5.32 puntos porcentuales a finales de 2017. Lo que representa un incremento en los de créditos no liquidados a la fecha de vencimiento, frente a las cifras de 2016.

Por lo anterior, la experta en finanzas personales enumera los cinco errores más comunes entre las personas que utilizan de manera errónea su tarjeta de crédito, motivos que pueden derivar en un problema de sobreendeudamiento.

1. Usar el plástico como un ingreso extra

Esto se presenta entre quienes olvidan que las tarjetas son un instrumento de pago en la que se presta cierta cantidad de dinero bajo la promesa de que se devolverá posteriormente.

Una tarjeta de crédito no es una extensión de tu poder adquisitivo. Es un simple medio de pago, con algunos servicios adicionales asociados. Es un ‘te pago al ratito’.

Al no tener esto en cuenta, muchas personas integran la línea de crédito a sus ingresos regulares, lo que afecta la percepción real de su capacidad de pago.

En algunas ocasiones, dado sus seguros y garantías extendidas, es mejor que el efectivo. En las más, sin embargo, es una permanente tentación para y posibilidad de gastarte el dinero que todavía no has ganado. Cuando firmas una compra o pago de servicio, estás comprometiendo el pago de algo que decidiste hoy con tus flujos de efectivo futuros. Si los tienes, bien. Si no, puedes estar comprando un problema.

2. Pagar una tarjeta con la otra

Sacar un clavo con otro clavo no es algo aconsejable en las relaciones ni en las finanzas personales. Lamentablemente, muchos cuentahabientes procuran resolver un problema de endeudamiento pagando con otro crédito revolvente. Esta situación podría generar un efecto bola de nieve cuyo resultado sería una deuda aún más grande que la primera.

Si eres del 47 por ciento de usuarios de tarjetas que paga el total gastado el día que le corresponde y has creado un historial de crédito impecable, enhorabuena. Pero si eres del 53 por ciento que usa ese medio para financiarse, más vale que lo estés haciendo de manera inteligente y responsable.

Y es que, si bien las tarjetas de crédito son un gran invento del mundo financiero, nunca se debe perder la capacidad de asombro ante lo sencillo que resulta usarlas y lo no tan sencillo que por momentos resulta pagarlas.

3. Adquirir más tarjetas de las que se pueden pagar

Identificar nuestros hábitos de consumo, así como los ingresos con los que contamos, nos permite dimensionar cuáles son los límites de nuestras condiciones económicas. Sin embargo, hemos tenido clientes que deciden sacar tarjetas porque se les hizo fácil hacerlo, sin contar con la disciplina ni la capacidad financiera para mantenerlas bajo control.

En México es relativamente fácil obtener varias tarjetas de crédito. Dos personales, de dos instituciones crediticias distintas, son más que suficientes para garantizar un servicio ininterrumpido ante alguna contingencia. Cuatro, seis o más son casi una locura.

4. No saber cómo funciona una tarjeta de crédito

La educación financiera en cuanto al uso de los plásticos incluye desde poder leer un estado de cuenta hasta entender qué significan conceptos como el CAT y sus implicaciones en el costo del crédito. No obstante, la mayoría de los tarjetahabientes no adquieren una tarjeta como resultado de una decisión meditada, consciente y dirigida a obtener un mejor rendimiento de sus recursos.

Una tarjeta es una muy conveniente opción para hacer frente a uno o varios imprevistos que la vida nos puede presentar, pero para que resulten opción en tales momentos, se deben mantener libres de endeudamiento.

5. Carecer de un presupuesto

No saber cuánto se gana y en qué se gasta es un mal hábito que afecta todos los aspectos de las finanzas personales. Esta situación podría agravarse cuando se dispone de una tarjeta, ya que si no se tiene una buena administración del dinero propio, es probable que la situación se agrave cuando se adquiere un crédito.

“Es común que las personas no dimensionen el tamaño del problema de endeudamiento sino hasta que ya es demasiado tarde”, concluyó la especialista en finanzas personales.

Pequeños pero baratos

Los bancos pequeños son los que están ofreciendo las tarjetas de crédito con las tasas más bajas del mercado, de acuerdo con la nueva herramienta de comparación del Banco de México.

Al cierre de octubre del año pasado, Banco del Bajío y Banregio destacaron en el sistema financiero por promediar una tasa efectiva de 13.50 y 16.20 por ciento, respectivamente, en sus plásticos, muy por debajo del promedio del sistema de 35.30 por ciento.

BanBajío registra una cantidad de 3 mil 791 tarjetas de crédito emitidas hasta ese periodo, mientras que Banregio contabiliza 14 mil 538 plásticos, es decir, las tarjetas de ambos bancos sólo representan el 0.1 por ciento del total del sistema.

Por su parte, las instituciones con las tasas de interés más altas fueron ConsuBanco (59.9 por ciento), BanCoppel (57.6 por ciento), Afirme (57.1 por ciento) y BBVA Bancomer (49.9 por ciento).

“El objetivo de estas innovaciones es brindar a los usuarios y analistas de los servicios financieros mejores herramientas de información y análisis para la toma de decisiones, lo que a su vez redunda en mayor transparencia y fomenta la competencia entre los oferentes de servicios financieros”, señaló el Banco de México en un comunicado.

Por tipo de tarjeta, BanBajío y Banregio lideraron con las tasa más bajas en las versiones “Clásica”, con tasas de interés efectivas de 13.4 y 15.0 por ciento, respectivamente. Para la versión “Oro”, BanBajío y Santander reportaron tasas de 16.1 y 24.1 por ciento.

En tanto, para los plásticos “Platino” los bancos BanBajío, Inbursa y Banorte ofrecieron las tasas más bajas del mercado, con 10.1, 14.7 y 16.4 por ciento, respectivamente.

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