Hay personas que se llevan nuestro corazón, el corazón y la memoria. Personas que han llegado a la ciudad a compartir sus bondades, convertidas en un espíritu de generosidad y un deber cristiano.
Monseñor David Martínez Reyna, es un personaje de nuestra ciudad, que vive en los corazones de miles de feligreses que en sus palabras llevó la obra de Dios hasta los últimos días de su existencia. El padre David, recorrió varios templos de Tamaulipas desde su arribo de Río Verde San Luis para proseguir su vocación de modesto cura de pueblo. La Iglesia del Chorrito, Llera, Estación Zaragoza, y ejercer su sacerdocio muchos años en el Santuario de Guadalupe.
Querido por todos, respetado por políticos, el comprometido sacerdote asumió las causas comunes de justicia y defensa de los humildes siendo un gestor para llevar agua y electricidad a pueblos del estado donde fungió como párroco.
Presbítero, bien informado, supo escuchar voces críticas, contagiar con su entusiasmo a los jóvenes, alentar voces, socorrer almas.
Famoso por ser único sacerdote atreverse a exorcizar personas que fueron víctimas de los acosos diabólicos, el padre David Reyna fue una figura de potencia de espíritu, de palabra dura y tierna por su profunda vocación cristiana.
Admiro sus potencias, su entrega ciudadana y su Fe en Cristo, que en sus palabras lo acompaño siempre. Ejemplo de un sacerdocio claro y de apego a la Fe cristiana, ejemplo para algunos clérigos que han empañado el nombre de la Iglesia Catolica.
El jueves 8 de marzo dejó de existir, aproximadamente a las 1.45 de la tarde. Su cuerpo fue velado en la Iglesia Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, cientos de personas acudieron a su sepelio. Corazón y Memoria por personas limpias de corazón como lo fue el Padre David Reyna Martínez, un padre muy padre….