Una mujer termina tras las rejas por pedir una hamburguesa al guardia de seguridad que se encargaba del ingreso de las personas a la cárcel en el estado de Nueva York.
La mujer de 44 años de edad quería comprar algo para desayunar pero su plan no resultó como lo esperaba, ya que se encontraba drogada.
A la mujer le explicaron que en realidad se encontraba en una cárcel y que por esa ‘pequeña’ razón no podían venderle una hamburguesa.
Deseando con todo su ser la hamburguesa, la mujer insistía en su deseo de comprar el su desayuno.
Personal de la cárcel se dio cuenta de que la mujer en cuestión tenía las pupilas dilatadas y restos de un polvo blanco debajo de la nariz.
Por consiguiente, le hicieron un test para determinar si había presencia de estupefacientes en su sangre. Para peor, la conductora no llevaba el carnet de conducir vigente. Toda esta situación motivo que la mujer resultara arrestada.
La mujer tiene previsto comparecer próximamente en una audiencia del Tribunal de Justicia de la ciudad de Southampton.
Otra situación curiosa es que días antes de este hecho, la funcionaria que descubrió que la mujer se encontraba drogada había terminado un curso para reconocer a conductores en estado de intoxicación por alcohol o drogas, informó la Policía.