* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
El nacionalismo no tiene nada que ver con el poder sino con el sentimiento personal y comunitario. De ahí que el discurso de Peña Nieto respecto de la insolencia de Trump de militarizar la frontera haya tenido efecto relativo. Ya pasó y no creemos que vaya más allá.
Importante que los candidatos presidenciales hayan definido sus posiciones en torno de la institución que representa EPN y no podía ser de otra forma. Significativo también que la sociedad civil “no se ganchara” con la intención tricolor de aprovechar electoralmente la situación.
En este sentido quien más ha de sufrir será Meade quien parece encontrar cobijo y consuelo en el estado de México con un gobernador (Alfredo del Mazo) que tampoco contagia,- ni siquiera a los “acarreados”-, toda vez que no se olvida la forma y manera en que logró el cargo.
Dicese por cierto que el operativo fraudulento en el Edo-mex significó un ensayo de lo que podría suceder el primero de julio, pero ojo que el tigre no está para esa clase de bromas por lo que se declara listo para actuar en consecuencia. Lo cierto es que el impacto del discurso del presidente se diluye a medida que avanzan las campañas, lo cual es bueno porque el futuro de la república no puede depender de una ocurrencia extraña.
¿Hubo exageración en la propaganda oficial sobre la actitud de Trump?. ¿Pretendió el supremo gobierno encender la llama patriótica a favor de su candidato?. El escribidor supone que lo primero se complementa con lo segundo o viceversa porque el orden de los factores no altera el producto.
Sabemos que Bush II y Obama hicieron lo mismo y entonces no hubo mayor escándalo ni preocupación. Obvio, ahora existe interés de que los mexicas aplaudan a EPN y por consecuencia reconsideren su rechazo a Meade. Sin embargo la trampa no funcionó con la efectividad esperada.
EX PRESI-DENTES, INJUSTA CARGA
Solo en México la patria se muestra generosa en exceso con sus ex presidentes. “Como si la hubieran hecho tan bien”, diría mi sagrada abue. Actualmente reciben prebendas que suman unos cinco millones de pesos mensuales. Ya sabe usted; pensión de alto rango, seguros, vehículos, choferes, combustibles, guardias personales y familiares, etc, etc.
Por ello Fox odia a AMLO. Y es que el tabasqueño con frecuencia le recuerda el retiro de su pensión y los respectivos “apoyos” dejándolo solo con lo que corresponde a cualquier adulto mayor, algo más de mil pesos cada mes.
El caso de Luis Echeverría es el colmo. Dejó de ser presidente hace casi 42 años y lo mantenemos cual monarca del más rancio abolengo. E igual sucede con Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo (plis corrector no cambies la Z) y por supuesto Vicente Fox y Felipe Calderón. Para decirlo en forma decente, ¡son ingaderas!, considerando que 60 millones de compatriotas no ganan para adquirir la canasta básica. Es probable que a partir del próximo año los ex presidentes dejen de succionar la economía nacional como lo han hecho hasta ahora aunque a Echeverría le daría lo mismo a sus 96 años, no así al resto de los señalados quienes después de dejar Los Pinos han disfrutado con singular alegría su existencia a costa de la pobreza mexica.
¿Por qué cree que los contribuyentes son aterrorizados y hostigados por el SAT?…Psss entre otras infamias, ¡pá mantener a estos vagos y aventureros!…Y no son los únicos.
SUCEDE QUE
Oscar Almaraz Smer se registró para competir por la alcaldía victorense. Con la diferencia de que va por la reelección con una tarea desarrollada venciendo limitaciones de todo tipo. Sea que los paisanos conocen su trabajo en un escenario difícil por lo que hay muchas probabilidades de que le ratifiquen su confianza.
Y hasta la próxima.