CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los nuevos semáforos tipo ‘led’ aportan grandes ahorros en energía eléctrica, durabilidad y mayor visibilidad, pero tienen como desventaja, que registran más fallas por ser más sensibles a los efectos de; lluvia, viento o cambio de voltaje.
Los señalamientos eléctricos de nueva generación son los que más se descomponen, y no por fundirse los focos como sucedía en el pasado, sino porque el cableado es más propenso a sufrir un cortocircuito, dijo Manuel Treviño Cantú, director de Desarrollo Urbano Medio Ambiente y Transporte,
“Son más delicados que los antiguos, pues cuando llueve fuerte o reciben ráfagas de viento se descomponen uno o dos en la ciudad”
A pesar de ello su reparación es rápida y de menor costo.
Los antiguos se tenían que comprar bombillas, y en éstos se remplaza el cableado quemado y se programan de nuevo, algo que es mas económico y se realiza en menor tiempo su compostura.
Las señales eléctricas sufren fallas a la entrada de cualquier frente frío, ya que sus chips tienen que estar resguardados herméticamente porque son muy vulnerables a la humedad por lo que la reparación le cuesta al municipio de 3 a 4 mil pesos.
Existen casos donde la lluvia ‘revienta’ la computadora, como pasó hace dos semanas, cuando la lluvia fundió la máquina y no las lámparas de semáforos de la calle Michoacán y avenida del Valle con Cristobal Colón, cuya reparación costaría 300 mil pesos.
A ello se suma que las altas y bajas en el voltaje también funden los chips cuyo costo es superior a los 30 mil pesos, como ocurrió en el mes de agosto, cuando la Comisión Federal de Electricidad tuvo problemas en el cableado, lo cual dañó varios señalamientos.
Sobre ello Treviño Cantú señaló que “En altas y bajas de voltajes, existe una mayor interferencia eléctrica que descompone uno o dos semáforos y como son de computadoras se desentronizan y se juntan dos o 3”.
El tiempo de reparación por cambio de voltaje es mayor que por viento y lluvia, debido a que en unos segundos se desprograman y su arreglo se soluciona en horas, pero si el chip se quema por una descarga, se tiene que reemplazar lo cual resulta caro para el municipio.
“Las piezas se compran en Monterrey, son chips que valen 25 mil pesos. Siempre que los chips se descomponen por una descarga eléctrica, se debe realizar la adquisición y esperar a que los aprueba la tesorería ”
Ello no tiene que ver que el aparato sea nuevo o con años de funcionamiento, ya que la resistencia es similar; incluso los de tipo led tienen una tolerancia menor a los altos voltajes.
Sus ventajas
El ahorro en energía que supone el uso de semáforos de leds en lugar de los tradicionales semáforos halógenos es considerable. Aunque el costo de estos semáforos es mayor, el consumo puede llegar a reducirse entre un 80% y un 90%.
*Menor emisión de calor: Los semáforos de leds emiten menos calor en su operación que los semáforos halógenos.
*Eliminación del efecto fantasma: los semáforos halógenos, al utilizar una óptica diferente, llegan a producir un efecto por el cual, según el reflejo del sol, pueden llegar a confundir al conductor al dar la impresión de estar encendido cuando no es así. Con los semáforos de leds, este efecto no está presente.
*Mayor duración: mientras que una lámpara halógena tiene una duración de 8.000 horas, un semáforo de leds dura alrededor de 100.000 horas.
*Menor disminución del brillo con el tiempo.
*Una distribución uniforme de la luminosidad en los semáforos de leds, en lugar del único punto de luz que existe en los semáforos halógenos.
*Mayor fiabilidad: al estar formado cada semáforo por multitud de leds, en caso de fallar alguno, quedan muchos otros leds que permiten al semáforo seguir funcionando con total normalidad. En el caso de los semáforos halógenos, si falla la lámpara, el semáforo deja de ser servible completamente.
*Menor mantenimiento: gracias a su duración y a la fiabilidad, los costes del mantenimiento se reducen enormemente.
*Control de la luminosidad: conocido también como ‘dimming’, es posible variar la tensión del controlador de tráfico para que, durante la noche, se baje la luminosidad del mismo, ajustándola a la luz solar existente y permitiendo un ahorro energético mayor.
