El 21 de diciembre de 2017 la periodista Paola Rojas entrevistó al ex presidente Carlos Salinas de Gortari , y le preguntó ¿por quién va a votar usted? Salinas sin pensarlo mucho respondió: yo sin duda tengo mi preferencia, pero como el voto es secreto me lo guardo para el día de la elección.
Contrario a lo que todos pudiésemos pensar. CARLOS SALINAS DE GORTARI, no respondió, respaldando a su partido, el PRI. Simplemente se reservó su posición y contestó con el clásico: el voto es secreto. Nuestro País cambia radicalmente como consecuencia de su historia y también por el deseo de los mexicanos de transformarse. El PRI ha cambiado, no es el mismo PRI que ha gobernado por 70 años, decir eso sería una mala lectura de la historia, y esa mala historia lleva a algunos a realizar mala política.
Salinas de Gortari es un hombre al que le tocó el vivir la quiebra del PRI, el fue quien tomó la decisión de quien habría de suceder al candidato del PRI LUIS DONALDO COLOSIO, en una hora de crisis, y sin embargo ahora, cauteloso, habla con incertidumbre cuando le preguntan si habrá de respaldar o no al candidato de su partido.
Él tomó la decisión de su sucesión en un momento trágico para el país, se inclinó por Ernesto Zedillo Ponce de León, quien si bien era un buen funcionario, un buen técnico, no conocía de la política, estaba alejado de la realidad social, no conectaba con las necesidades del pueblo de México, y al tomar el poder como Presidente de la República, pugno por una sana distancia entre su gobierno y su partido, que lo llevó a un quiebre con su militancia.
Después del 2000 los tecnócratas o la “clase gubernamental” que creará Salinas continuó en el gobierno de extracción panista, sin importar colores ni una ideología social de base, sólo con el cobijo de una élite burocrática muy alejada de las clases populares, alejada de las demandas ciudadanas y cerca muy cerca de los intereses de los grandes empresarios.
En él 2000 PRI dejó de existir y perdió su hegemonía central, se crearon reinos estatales donde los gobernadores emanados del PRI crearon de este partido un partido local, con una identidad a su antojo y siguieron ganando elecciones con el respaldo y el poder que les daba su ejercicio del poder gubernamental.
En el 2006 los Gobernadores de extracción priista muy contentos de su independencia y del ejercicio de su poder totalitario le dieron la espalda a su candidato, y el PRI se fue al tercer lugar.
En el 2012 los Gobernadores emanados del PRI formaron un bloque para apoyar a Enrique Peña Nieto, y gracias a esto se convirtió en Presidente de la República, la mayoría de los
que hoy son ex gobernadores, sienten que les pagaron mal, ese poder local que tenían, algunos lo conservaron de bajo nivel y otros quedaron devastados, la mayor parte en prisión.
Hoy esos ex priistas o morenistas encubiertos no apoyan al candidato de Luis Videgaray, y con lo que queda de su poder, de su influencia, buscan venganza, y ya han tomado su opción, la de el odio, el enemigo de su enemigo, Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en su amigo.
En 2018 Enrique Peña Nieto, comete el mismo error que cometió Salinas de Gortari, escogió a una persona que bien podría ser el símil de Ernesto Zedillo; José Antonio Mead, llega como un burócrata bi-partidista, despreciando todo aquello que tenga relación con los partidos políticos y más aún a los priistas.
Meade ignora, por ejemplo, que si los ciudadanos militan en un partido no es para enriquecerse sino para mejorar su entorno, porque la política es el medio para llegar al fin, la sociedad no está cansada de los políticos, sino de la mala e ineficiente burocracia que sin tener una bandera de mejora social, no busca mejorar la calidad de vida de los
mexicanos, es la alta burocracia que se enriquece con los dineros provenientes de los moches de las compras y las obras del Estado Mexicano.
El PRI, no recordó su historia, no recordó que por esa razón modificó sus estatutos y que en su tiempo, colocó candados de tiempo de militancia, para que quien aspirará a la Presidencia de la República hubiera tenido un puesto de elección popular. José Antonio MeadE piensa que po que representa al PRI no ganará pero no se da cuenta que sin lo que queda de la militancia del PRI no alcanzaría por cuenta propia ni un 10% en las encuestas.
ALTO NIVEL
La cúpula empresarial ya está buscando según las declaraciones de Lorenzo Córdova la forma de que exista una candidatura única que pueda hacerle frente a López Obrador, y aún se dan los tiempos para la sustitución de candidatos.
En Méndez, Tamaulipas un grupo de funcionarios municipales y ciudadanos están pidiendo la destitución de Anabel Rivera Treviño, presidenta municipal.
