CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Con flores, serenatas y lágrimas los victorenses festejaron a sus mamás el 10 de mayo; por la ocasión, los restaurantes lucieron abarrotados, así como algunas tiendas de regalo y cementerios de la ciudad.
Mami, mamá o jefecita, no importa cómo le llamen, ayer se festejó su día, por lo que al alcance de las posibilidades, la agasajaron llevándolas a comer o cenar, para que no cocine, de perdido en su día.
El lugar fue lo de menos, un buen restaurante, comida rápida o una fonda…
Sin duda los ganones de la celebración fueron los dueños de restaurantes; en algunos había que esperar hasta media hora para hallar lugar como ocurrió en el tradicional restaurante el Jalisco, donde había fila.
Compras de última hora, se realizaron en tiendas departamentales, las que hicieron su agosto, con la venta de licuadoras, vajillas, lavadoras, planchas, refrigeradores que son los artículos del hogar que más regalan los hijos a sus madres.
Contrario a la tradición de otros años, a las florerías no les fue también.
Apenas salieron, sólo registraron un alza del 15% en flores.
Situación por la que culparon a los vendedores ambulantes que invadieron calles, cocheras y hasta libramientos.
Se quejó Claudia Jiménez, quién elaboraba arreglos de girasoles y rosas en un negocio instalado de venta de flores.
“Hay mucha competencia, las personas prefieren comprar flores en los cruceros que venir al centro o a un local”, dijo.
En un recorrido realizado por las avenidas principales se apreciaban puestos improvisados en el 19 Berriozábal, 27 Juárez, 19 Fidel Velázquez, donde se ofrecían arreglos con globos y flores.
La zona centro fue también escenario de la guerra por vender.
Ofrecían artículos diversos, a bajo precio.
Un recuerdo que no muere
Contrario a la alegría de aquellos que festejaban a su madre, muchos victorenses pasaron un día triste, lleno de nostalgia y de lágrimas, al recordar a sus mamás en los panteones.
Don Artemio de 70 años desde hace 30 años perdió a su madre y hace 22 a su esposa; ayer pudo visitarlas en el panteón.
“Soy trailero, mis hijos también, cada que podemos venimos a visitar a mi esposa y mi madre, les limpiamos y les ponemos flores”.
Las hermanas Reyes Martínez acuden en esta y otras celebraciones a visitar a sus padres, el señor Federico y su mamita Victoria, quienes están en la misma tumba “descansando”.
Caras tristes, otros cargando flores, cientos de victorenses visitaron a sus seres queridos ya fallecidos en los panteones.
Sólo el dos de noviembre hay más personas en los camposantos; ayer fue un día especial, con muchos hijos, recordando a sus mamás.
