20 abril, 2025

20 abril, 2025

‘Cala más el hambre que el sol’

Trabajadores exponen su salud, al laborar por horas bajo los rayos del sol, sólo armados con gorras, sombreros; es más fuerte no tener qué comer en casa, que el sol, afirman

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Austeramente cubiertos con playeras húmedas a manera de turbantes, gorras, sombreros y harta agua, así sortean las altas temperaturas cientos de victorenses que realizan sus trabajos a la intemperie, bajo el sol.

Así sortean los quemantes 42 grados centígrados, que se han llegado a registrar en la región.

La necesidad los ha orillado a desafíar cualquier recomendación para protegerse de las altas temperaturas.

“No hay de otra, con frío o calor tenemos que trabajar; nadie nos paga por estar bajo la sombra”, platica resignado Jacinto y su chalán, un joven de 18 años de nombre Martín, quien lo auxilia para reparar un drenaje a orillas de la avenida Los Almendros.

Como ellos, existen cientos de trabajadores que exponen su salud al laborar bajo los quemantes rayos solares que según testimonios, pueden provocar mareos, alta presión arterial y en casos extremos golpes de calor.

Herminio es jardinero y pintor a sus sesenta años no le teme al calor. Temo más a no tener dinero para llevar alimento a casa.

Por ello, con sus manos remueve la tierra que arde auxiliado por una pequeña pala.

“No traigo agua para tomar, pero me puse esta playera en la cabeza la cual me protege un poco del sol”, aunque reconoce que al incorporarse, se siente como ‘borracho’ luego de estar hincado realizando su trabajo.

Ascención se dedica a la albañilería, oficio que realiza desde hace más de 40 años.

Para protegerse del sol, se armó de su gorra, una playera que enredó en su cabeza como turbante y así paleaba la mezcla.

“Estoy acostumbrado, toda mi vida he trabajando en esto, pero cuando llego a la casa me duele un poco la cabeza, luego se me pasa y como si nada”.

Carlos recorre colonias del sector norte, montado en su bicicleta y con un chaleco amarillo.

Es velador de día, por lo que vigila el sector, pedaleando su bici.

“Recorro toda la colonia, pero en ratos me siento bajo la sombra de un árbol”.

Juan López, a pesar de que las altas temperaturas le permite mejorar sus ventas, también sufre las inclemencias de laborar a la intemperie.

Vende jugos de naranja en el bulevar Fidel Velázquez.

“El calor aumentó la venta, pero tenemos que estar en el calorón; lo bueno es que coloqué mi puesto bajo un gran árbol y eso nos ataja un poco”.

Ángel y Cristian parecían no sentir las inclemencias del clima, luego de soldar un remolque bajo el sol; sin gorra, sombrilla o cualquier protección.

Pese a ser de pocas palabras su jefe relato que Victoria es así, extremo en calor y así será siempre por lo que debemos acostumbrados.

“Tengo 52 años de vivir en Victoria, trabajé de veterinario y ahora tengo el taller, cuando llegué era el mismo clima que es ahora, por lo que ya debemos estar aclimatados y no parar porque hace calor”, narró, en tanto los jóvenes laboraban.

Facebook
Twitter
WhatsApp