Durante las últimas semanas nuestro Estado ha sido sacudido por una ola de crímenes violentos y de acciones que evidentemente intentar sembrar terror y caos en el momento mismo que la jornada electoral llega a su etapa decisiva.
El último mensaje del gobernador a los tamaulipecos aborda este tema: la furiosa embestida del hampa busca intimidar a la sociedad y someter a las instituciones. Es un viejo problema que se incubó durante años por las omisiones y complicidades de los gobiernos ante los planes expansivos de los cárteles.
Hay una serie de cifras y hechos relevantes que dan la medida de este enorme problema.
En noviembre de 2008 por ejemplo, con la captura en Reynosa de uno de los lideres más belicosos y sus secuaces se asestó un fuerte golpe a la delincuencia pero también comenzó una guerra que fue subiendo en intensidad.
Después de esa detención se desató una ola de enfrentamientos que llegaron a su clímax el 18 de febrero de 2009 cuando el reportero Miguel Turriza reportó en vivo el enfrentamiento entre fuerzas federales y delincuentes.
Probablemente fue la primera vez que un enfrentamiento armado de esa magnitud le daría la vuelta al mundo.
A partir de entonces la violencia fue empeorando hasta llegar a los momentos de mayor salvajismo en 2010, cuando los grupos delincuenciales se fracturaron y convirtieron al territorio estatal en un campo de mortíferas batallas.
El asesinato de Rodolfo Torre el 28 de junio de 2010, la muerte de 72 inmigrantes en San Fernando en agosto del mismo año, el hallazgo de más de 190 cuerpos en abril de 2011, sin sucesos que encadenados dan paso a la mas terrible etapa de brutalidad que hayamos vivido.
Un recuento de los daños dimensiona la pesadilla: más de 8 mil desaparecidos, la incontrolable industria del secuestro, miles de homicidios sin aclarar , una cantidad incalculable de hogares fracturados y de negocios cerrados cambiaron por completo la noción de la vida en muchas regiones del estado.
Ingredientes que también fueron enrareciendo la vida de los Tamaulipas han sido la inseguridad en las carreteras. los robos con violencia de vehículos y las violaciones y desapariciones.
Ha sido terrible y larga la escalada de inseguridad. Cientos de comercios y de ranchos ganaderos y cinegéticos acosados por la delincuencia y que apenas ahora vuelven a la vida productiva.
Pero la violencia no cede, pese a los esfuerzos de las autoridades y a la suma de operativos. Durante las últimas semanas Tamaulipas ha vivido días cargados de violencia, de pérdidas de vida humanas y de acciones que buscan sembrar el miedo y el caos..
En los últimos meses el gobierno estatal y las fuerzas federales han infligido golpes letales contra las finanzas de los cárteles pero la delincuencia responde y embiste cada vez que puede y lo hace con brutalidad extrema..
Lo peor que puede ocurrir es que la autoridad se repliegue. Por eso llama la atención el último mensaje de Cabeza de Vaca.
Y por eso mismo esperemos que dé resultados la alianza que ayer amarraron las autoridades tamaulipecas con las organizaciones anticrimen del gobierno de EU. El hecho es
histórico porque tal vez sea la primera vez que desde ambas fronteras se enfrenta a las poderosas organizaciones criminales.
Esperemos que esta nueva estrategia funcione y que pronto regrese la tranquilidad a Tamaulipas.