De cara al tercer y último debate presidencial que se celebrará mañana en Yucatán, los discursos, spots y declaraciones ante los medios han subido de tono entre los candidatos a la presidencia de la República, lo menos que se dicen son corruptos, ladrones y vulgares.
Así es mis queridos boes, es la guerra de verdad, misma que parece dejó de ser entre tres, todos contra todos, para centrarse en lo que parece muy evidente: todos contra Ricardo Anaya.
Anaya, acusado en los medios de lavar dinero y traficar influencias y con ello ganar millones, se ha declarado víctima de ataques por parte del PRI-gobierno para descarrilar su candidatura, a estas alturas me da la impresión que lo han logrado.
El caso es que ayer se dejó caer bien fuerte contra el presidente Enrique Peña Nieto, contra el que ha enfilado sus baterías desde hace por lo menos dos semanas en que aseguró que AMLO y EPN ya pactaron, apoyo para el primero e impunidad para el segundo.
El caso es que ayer en su último spot, el panista anunció que de ganar la presidencia promoverá una fiscalía especial para investigar todas las corruptelas de Peña Nieto.
“Mientras no haya consecuencias al más alto nivel, seguirá aumentando la corrupción, por eso propongo una fiscalía autónoma que investigue al presidente Enrique Peña Nieto y su papel en la Casa Blanca y en los demás escándalos del sexenio y si resulta culpable, pues como cualquier otro, terminará en la cárcel”, dice el spot de Anaya.
“Ahora, sé que por proponer esto hoy me atacan por todos los medios, no importa, combatir la corrupción desde el más alto nivel es lo correcto, soy Ricardo Anaya, hablemos de frente”.
En otro spot, también lanzado por la campaña del panista, se ve y se escucha cuando le preguntan diferentes periodistas a López Obrador si va a enjuiciar a Peña Nieto por los presuntos actos de corrupción y en todas sus respuestas se escucha el no, se presentan sus propietarios de amnistía y demás.
Obviamente iba a tener respuesta semejante propuesta de Anaya, porque hasta José Antonio Meade se sintió ofendido y ayer cuando llegó a Yucatán para el debate de mañana soltó:
“Evidentemente y sin ninguna duda lo que estamos viendo es (a) un vulgar ladrón que desde el poder se robó el dinero y que lo cacharon y debe pagar las consecuencias. Es un vulgar ladrón”, reiteró el abanderado priista.
Por su cuenta la campaña del Peje, a quien Anaya ha acusado de pactar con ‘la mafia del poder’ ayer también lanzó un anuncio en el que asegura que al panista hoy lo persiguen por sus traiciones, porque hasta a Peña Nieto traicionó.
La realidad es que los dichos de López Obrador y los suyos han sido muy cuidados cuando se refieren a Peña Nieto.
Ahora los vulgares ladrones no son más que los del PAN, encabezados por Anaya y aquello de la mafia del poder dejó de reírse cada dos segundos. Parecería que si hay un pacto, no sé si de impunidad, pero al menos se nota que sí de no agresión, un pacto en el que por lo pronto acordaron PRI y AMLO que el enemigo es Anaya.
Supongo que la idea ahora es liquidar a Anaya en el debate, hacerlo blanco de los ataques por el tema del lavado de dinero, terminar por descarrilar su campaña y que lleguen a la final AMLO y Meade.
¿Con qué objeto?, supongo que la prioridad del gobierno de Peña Nieto cambió hace unas semanas, antes era evitar a toda costa que llegara AMLO al poder, pero luego al que ve como su pasaporte a la cárcel es a Anaya y por lo tanto su enemigo en la contienda.
Para López Obrador el aliado de Los Pinos sólo termina por pavimentarle la senda del triunfo, sabe que por más que se acerque Meade, una vez liquidado Anaya no habrá forma de que un candidato priista gane la elección ante el encabronamiento nacional con casi todo lo que huela a PRI.
El plan pues está en marcha, veremos qué tanto pasa de los medios a los tribunales, porque en una de esas y EPN se decide y se descara, total para eso tiene ahí a la PGR que todavía puede dar grandes sorpresas contra Anaya al que por cierto no habrían de dar por muerto hasta que le hagan la autopsia política, no vaya a ser que hasta reviva.
Los priistas en la campaña azul…
Hay una serie de versiones sobre el protagonismo, a través de personeros, operadores, financieros y destinatarios a futuro a mediano plazo de grandes tajadas del pastel que significan las alcaldías, desde hoy incrustados y mandando en las campañas panistas de algunos municipios.
Qué Óscar Pérez Inguanzo y Gustavo Torres Salinas han asaltado ya la estructura de la campaña azul por Tampico y hasta se dan una serie de nombres de sus muy cercanos. Un buen tema de análisis, porque la historia se repite por otros lados.
Historia que por cierto trae con cara de ‘acabo de oler caca’ a no pocos panistas que se sienten harto desplazados y amenazan con hundir algunos barcos.
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