Todos los astros parecen haberse alineado para que Andrés Manuel López Obrador sea prudente de México, pese a él mismo.
Así es mis queridos boes, porque con el debido respeto para sus millones de simpatizantes, la mayoría de los que van a votar el 1 de julio según las encuestas, AMLO tendría todas las características de ser un mal candidato, pero está en el lugar y momento correcto para acceder al poder.
Me explico sobre sus carencias como candidato: no tiene una sola propuesta con detalles para solucionar ninguno solo se los problemas, graves problemas en que nos tienen metidos los gobiernos de PRI y PAN.
Para el candidato de MORENA todo se circunscribe a la corrupción y al asistencialismo.
Acabará con la violencia, la pobreza, la falta de empleos, el subdesarrollo, la amenaza de una guerra comercial, la falta de infraestructura, la pésima educación, el abandono del campo, terminado con la corrupción.
El chiste es que tampoco dice cómo va a acabar con la corrupción, porque solo insiste en que como él es honesto, pues todos en su gobierno lo serán, los narcos, los huachicoleros, los secuestradores, los intermediarios, los maestros violentos, todos se regresarán al camino del bien.
Pero además, el Peje sería un mal candidato, porque se le dificulta hablar de corrido en público, porque es muy malo para el debate, porque luce físicamente cansado y hasta rompe con el estereotipo de los candidatos en los últimos tiempos: jóvenes, bien vestidos, bien peinados y políglotas.
También un rasgo de mal candidato sería la serie de personajes que incluyó en su círculo cercano: Paco Ignacio Taibo II, Napoleón Gómez Urrutia, Elba Esther Gordillo, Nestora Salgado, Lino Korrodi, Manuel Barttlet, Salgado Macedonio, René Bejarano, por mencionar los más conocidos.
Sería un mal candidato, porque desde hace años declaró la guerra a los medios nacionales, casi a todos, ha teñido expresiones clasistas como: fifí a los personajes de la clase alta y a los medios nacionales, utilizó los güeritos en señal de desprecio.
También lo colocaría como un mal candidato el hecho de haberse peleado con la clase empresarial, esa que da trabajo y por lo tanto sustento a millones en el país, los ha llamado minoría rapaz entre otras linduras.
El martes Ricardo Anaya del PAN lo acusó de tener un contratista favorito en José María Rioboó, al que le adjudicó directamente contratos por 170 millones de pesos y aunque en el debate lo negó muy molesto, ayer la plataforma Verificando y diversos medios, incluida la página del panista presentaron las pruebas de que si se los ortorgó.
Ya por la tarde el tabasqueño tuvo que aceptar dichos contratos, pero defendió su legalidad.
Por cierto Rioboó participó en una licitación de las listas del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, no ganó y luego se alió con AMLO para desacreditar el proyecto.
Este escándalo haría de López Obrador un mal candidato, porque le quitaría ese halo que insiste en ponerse de impoluto, sacrosanto.
Pero todo lo anterior con los astros alineados a su favor lejos de causarle un rasguño, ni lo despeinan, porque sigue en primerísimo lugar, insisto pese a él y sus debilidades como candidato.
AMLO es el beneficiario del hartazgo del país contra la clase que le ha gobernado por décadas, aunque el propio López Obrador haya sido parte de ella, tuvo la astucia de dibujarse como el antisistema, el candidato del pueblo, al que el pueblo le apoya la mayoría de las veces sin analizar, sin criticar con una fe ciega nunca antes vista.
Y díganme sino es un candidato con suerte, porque cuando le demuestran que miente, con lo de Rioboó, cuando hay todos los elementos para levantar sospecha de que también podría ser llamado un ‘vulgar ladrón’ como él le dice a los corruptos del PRI y PAN, comienza el mundial y ese país ciego y con la fe inquebrantable en AMLO voltea a lo ‘menos importante’ y le da la vuelta al tema de la elección.
Los temas de Rioboó y el debate, ayer fueron asuntos sin importancia, luego de que México junto con Estados Unidos y Canadá fueran electos para el mundial del 2026. Hoy es la inauguración del Mundial en Rusia y de aquí a la elección será más noticia la pelota que la boleta del 1 de julio. AMLO pues es un tipo con suerte, si es presidente ojalá también le acompañe la fortuna, por el bien de todo México.
¿Y los panistas de Tampico?
Claro que se ven ausentes de la campaña por la alcaldía porteña personajes como: Germán Pacheco, Tere Sosa, Arturo Elizondo, Diego Alonso Hinojosa, Hilda Gómez, el Químico Salazar y un puñado más de los panistas de siempre en Tampico. Dirán que apoyan, pero lo único que se les vio con Jesús Nader fueron las fotos en la pre y nunca más.
En cambio Joel Vela, Lalo Hernández, Juan Carlos Ley Fong, Juan Zaleta y demás priistas ligados a Óscar Pérez Inguanzo y Gustavo Torres están en la primera línea del equipo azul.
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