* El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
No pudo ser más patética la reaparición de la dirigencia del PRI y gobernadores pertenecientes a dicho partido, donde por voz de René Juárez Cisneros se reconoció no sólo la reciente derrota, sino el desastre que vive la organización.
En esta ocasión el tricolor hubo de hacer a un lado la soberbia y aceptar que la sociedad civil asestó severa lección sobre la cual “reflexionan” y a la que habrán de responder en la misma dimensión de su fracaso. ¿Significa esto la inmediata renovación de cuadros dirigentes?.
Tal vez, aunque lo más importante será rescatar los principios y valores reemplazados por la débil condición humana, sea por los pecados capitales de sobra conocidos.
El PRI tendrá que reconstruirse. Falta saber si aun cuenta con la fortaleza moral y el capital humano (y monetario) para lograrlo. En este sentido el escribidor considera que conservar algunas gubernaturas (que al parecer no será por mucho tiempo), no garantiza pronta recuperación, al contrario.
Ya sabéis que en las legislaturas que se avecinan el tricolor quedará reducido a su mínima expresión. Y de seguir las cosas como van no sería raro que perdiera el registro. Así de trágico es el panorama.
Si el PRI busca refundarse, ¿quién lanzará la primera piedra?. No será Emilio Gamboa Patrón quien de pronto se volvió crítico de los errores de su partido, “olvidando” que aprovechando su influencia logró que su hijo Pablo Gamboa Miner alcanzara una diputación federal por Yucatán.
Tampoco Manlio Fabio Beltrones que por las mismas razones ubicó a su hija Sylvana como senadora por su natal Sonora. Mucho menos Ulises Ruiz Ortiz, ex gobernador de Oaxaca de triste memoria, quien encabeza un club “democratizador” hacia el interior del tricolor.
Durante su mandato Ulises fue gran represor de movimientos independientes, entre ellos el magisterial. Con esta clase de “fichitas” por supuesto que al PRI se le complica el futuro, el antepresente del subjuntivo y pue-que hasta el plus cuan perfecto del pasado.
ES POR MÉXICO
El proceso electoral quedó atrás, lo que sigue es salvar la república. Y esto no lo podrá hacer solo una persona por más buenas intenciones que tenga, es lógico. Por ello no extrañan las alianzas realizadas en los últimos días por AMLO, especialmente con organizaciones que parecían antagónicas.
Es el caso del Consejo Coordinador Empresarial cuyos integrantes debieron comprender que llegó el momento de aportar lo que corresponde en dicha tarea.
Aceptar las propuestas del virtual presidente de México es paso importante, ya veremos si la actitud del CCE persiste sin caer en la tentación de debilitar al próximo gobierno anteponiendo intereses personales y de grupo, como ha sido la costumbre.
El asunto es que la contundencia del triunfo de MORENA obliga a los empresarios a respetar la decisión mayoritaria. De manera que no les queda más remedio que responder a la urgente convocatoria para sacar adelante al país del lamentable estado en que se encuentra. A ellos también les conviene.
A propo, habrá notado que Carlos Slim no aparece hasta ahora en este tipo de encuentros aunque seguramente es de los que “tejen” relaciones entre los dueños del capital y el próximo régimen. Recordad que el hombre fue aliado de AMLO durante su gestión al frente de la CDMX.
SUCEDE QUE
En Tamaulipas se observan algunos barruntos de inconformidad respecto de las elecciones. Normales se diría, porque no se ignora que está en juego el destino de la entidad donde Américo Villarreal Anaya podría representar una candidatura de más importancia que la senaduría. No olvidéis que el PRI ya descansa en la fría tumba y sólo quedan dos partidos contendientes. Mientras tanto, suena a venganza la multa de 197 millones de pesos aplicada por el INE a MORENA. Es una cantidad anormal, exagerada e injusta por delitos inexistentes, según lo señalado por López Obrador. Desde luego que se impugnará y seguramente con éxito. Ello llevaría al ridículo de nueva cuenta a Lorenzo Córdova, el despiadado discriminador de grupos autóctonos.
En la capital del estado Xicoténcatl González Uresti recibió constancia como alcalde electo. Ahora a cumplir con las promesas, no le queda de otra para seguir conservando la imagen que podría redituarle amplios beneficios políticos transcurriendo el tiempo.
Y hasta la próxima.