A manera de despedida de Tamaulipas, estado al que lo más seguro es que no vuelva con la investidura de presidente de la República, llegó ayer Enrique Peña Nieto para inaugurar junto con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca el Libramiento Reynosa Sur II; el aún inquilino de Los Pinos se va sin cumplir con los tamaulipecos.
Así es mis queridos boes, sí, hay que agradecer el libramiento inaugurado ayer, son 37 kilómetros de longitud, 18 puentes y 1 mil 600 millones de inversión que convierten a esa parte de Tamaulipas, tal vez en la de mayor infraestructura carretera. Desahogará el tráfico y por lo mismo va a incrementar la competitividad de la región.
Hasta ahí todo excelente, bien por la gestión de Cabeza de Vaca, bien por el libramiento, mejor por los miles de beneficiados que van a tener mejor conectividad.
Pero a Peña Nieto, Tamaulipas no debe perdonarle su desdén, el olvido federal al que nuestra patria chica fue sometido en el tema de seguridad y que obviamente costó y sigue costando vidas humanas, familias enlutadas y desaparecidos.
Todos debemos recordar aquellos días del inicio del mandato de Peña Nieto, cuando Miguel
Ángel Osorio Chong, en su calidad de Secretario de Gobernación se apersonó ahí mismo en Reynosa, para asegurar que estaría en Tamaulipas por lo menos cada mes, que no estábamos solos y nos garantizó que la paz volvería. Eran los tiempos del ex gobernador Egidio Torre Cantú.
Recuerdo igual por aquellos tiempos que Alejandro Guevara Cobos, entonces coordinador general de Giras de Peña Nieto insistía en que en meses se notaría la mejora en la seguridad, según ellos dividieron al estado y al país en cuadrantes y aplicarían una estrategia infalible.
Nada ocurrió, nada bueno quiero decir, porque los meses y los años vinieron encima y la cuota de muertos, en lugar de disminuir se incrementó.
Muchas veces en plena crisis de seguridad, Peña Nieto y Osorio Chong ordenaron la salida de los soldados y los federales de regiones enteras de Tamaulipas dejando a la población a merced de los más malos.
Gracias a esa negligencia, hoy los tamaulipecos dejamos de sorprendernos de los hechos violentos que se suceden en la frontera o en otros puntos de la entidad. Peña Nieto nos acostumbró a la tragedia.
Pero no es sólo eso lo que tenemos que reclamarle al Presidente peor evaluado de la historia de México, porque para el sur de Tamaulipas, donde además de la inseguridad, sus habitantes se han acostumbrado a las indicaciones, no pocas veces con finales trágicos, también prometió millones de pesos en inversión para obras hidráulicas que aliviarían el riesgo.
Drenes pluviales, hasta una presa y nada llegó, pasaron ya los seis años del gobierno de Peña, quien vino y firmó y aseguró que cumpliría, y nada.
Por ese incumplimiento también ha habido por lo menos una docena de muertos y millones de pesos en pérdidas materiales de miles de hogares que cada año se
quedan sin nada.
En la capital, Victoria, podríamos reclamarle años de sed, porque igual su firma sobre la segunda línea del acueducto y el acuaférico tampoco valió. Hay casas en Victoria a los que por los grifos no sale una gota de agua en meses.
En Matamoros el incumplimiento fue con el Puerto Matamoros, eso se quedó a medias, media docena de obras quedaron en proyecto.
La lista es larga por todos lados, pero al Peña que vino ayer a Reynosa se le resbala, está de gira por el país en busca del reconocimiento que no se ganó.
Porque por el país entero, los propios priistas podrían escupirle la cara, reclamarle que en buena medida la derrota histórica de julio pasado se debe a su desastroso desempeño, a la corrupción galopante que caracterizó a su equipo y a la frivolidad con que él y su familia se han conducido.
De Tamaulipas por lo pronto ya se despidió y hay que decirlo: quienes estuvieron ayer en los eventos de Reynosa junto a él, se mostraron generosos, con la cortesía que reclaman esos actos, no hubo quejas, ni hubo señalamientos, se fue sin recibir el rosario de mentadas que se merece.
Magda: esto no es el final…
Ayer la maestra Magdalena Peraza Guerra rindió su informe de despedida de su segunda gestión como alcaldesa de Tampico. Enumeró logros, compra de camiones de basura, pavimentaciones, programas sociales y demás, pero el mensaje político que dejó es muy contundente: en política no hay punto final sino puntos suspensivos.
Hay maestra para rato, según se ve, yo apostaría a que el año que entra la veremos en alguna boleta electoral.
Buenas noticias en Conalep…
También ayer Agustín de la Huerta, director general del Conalep en Tamaulipas presumió que la representación de sus planteles arrasaron en el Premio Nacional de Emprendedores y Prototipos Santander 2018.
Los chavos del Conalep Tamaulipas se llevaron 6 de los 10 premios que estaban en disputa. Guty tiene motivos pues para andar feliz.
Comentarios:
meliton-garcia@hotmail.com
Twitter: @melitong




