El paso de miles de centroamericanos, principalmente de Honduras y El Salvador, ha generado opiniones polarizadas en México, mayoritariamente en dos posturas: 1) México debe permitirles el paso por nuestro país, apoyarlos y dejarlos llegar a la frontera con EU, ó, 2) México no debe de permitir el cruce ilegal de centroamericanos que ponen en peligro la seguridad y salud en nuestro país.
Ambas opciones me parecen válidas, en parte. Póngales las cosas en contexto y veámoslas con mayor perspectiva.
Quien no ha visitado los países de centroamérica poca idea puede tener de las diferencias tan grandes que separan a México del resto de sus vecinos de esa región del continente.
En nuestro país hay niveles de pobreza preocupantes; la violencia ha trastocado diversos ámbitos y el crimen organizado mantiene una guerra entre grupos y contra las autoridades, dañando a la población; aquí el desarrollo económico avanza en bajos niveles, y así un largo etcétera.
Pero en Honduras y El Salvador es mucho mayor el rezago, allá la pobreza es alarmante; allá la violencia tiene otro rostro, pues la Mara Salvatrucha, a través de sus células (clicas), controla la mayoría de las ciudades al grado de que las policías prefieren no entrar a sus territorios; el desarrollo económico es mucho más lento.
Podemos decir que claramente Centroamérica es más pobre que México, pero regresando a las dos posturas, ¿debió México o no permitirles la entrada al país? ó ¿debe o no apoyarlos en su travesía?
Creo que la forma en que los inmigrantes decidieron entrar al país no fue para nada la correcta, y sí considero que nuestro país manejó de la mejor forma la oferta de acceso.
México ofreció visas de refugiados para todos los integrantes de la caravana. Apoyados por la ONU, las autoridades mexicanas pretendían atenderlos en grupos de 50, sin embargo la idea de los migrantes era que al separarse, las autoridades podrían detenerlos y regresarlos a su país.
Todo mundo es bienvenido a nuestro país, sí, pero la forma ilegal en la que entraron es una violación a nuestra soberanía, si lograron con total impunidad entrar a México, ¿quién los detendrá si quieren saquear comercios porque tienen hambre?
La respuesta de muchos será que no son delincuentes, pero lo cierto es que entraron ilegalmente al país porque en su país tienen hambre. Así que bajo ese argumento podrían hacer lo mismo pero de cualquier otra forma, robar por hambre debería ser entonces tan comprensible como permitir que violen nuestra frontera por hambre.
Hay algunos que dicen que quien no ha pasado hambre no puede criticarlos, no hay mayor falsedad, porque de acuerdo a las leyes, una necesidad no justifica un delito, veámoslo de cualquier forma o ángulo, está mal su proceder.
Es cierto, no podemos condenarlos por la situación desesperada que los hace migrar, pero tampoco podemos tolerar que lo hagan de la forma que quieren pasando sobre las autoridades y sobre la ley.
He tenido la oportunidad de estar en las Casas del Migrante en la frontera de Tamaulipas, he podido compartir ahí alimentos y me han compartido sus desgarradoras historias, y sí, la gran mayoría lo hacen orillados por la pobreza, falta de alimento y de oportunidades para sacar adelante a sus familias, pero de cualquier forma se
debe hacer con respeto.
El fin no justifica los medios.
No se nos puede pasar otro gran detallito, están siendo liderados por un mexicano.
En la caravana la mayoría busca llegar a Estados Unidos, pero también muchos han expresado su intención de quedarse en México.
¿Y ahora qué pasará?, avanzan más de 7 mil migrantes por Chiapas, habrá en su paso muchos que les ofrezcan alimento, el mexicano en general es solidario, y aún más, el mexicano pobre es compartido, es parte de nuestra cultura.
Pero cuando lleguen a la frontera, ¿estará Estados Unidos dispuesto a ser tan comprensivo?
No tengo la más remota duda de que los gringos defenderán su frontera a como dé lugar y más con un tirano presidente como lo es Trump.
La frontera de México con EU no es sólo un portón alto como lo tiene nuestro país con Guatemala.
La Border Patrol ha ejecutado a miles de migrantes que intentan internarse a su territorio, se sabe incluso de casos en los que disparan hacia el río Bravo y ahí quedan los cuerpos. Trump de ninguna forma ofrecerá visas de refugiados, no permitirá el ingreso de 50 en 50, no tolerará una “invasión” de delincuentes, adictos y violadores como tiene clasificados a los migrantes latinos.
Entonces ahí será un problema para las ciudades fronterizas de nuestro país, porque al no poder internarse a Estados Unidos y no tener posibilidad de regresar a su país porque pasan hambre, ¿en dónde creen que se quedarán a buscar sustento?
El asunto quedará entonces en manos de las autoridades municipales y estatales del territorio mexicano colindante con Estado Unidos. ¿Y qué van a hacer?, ¿cuánto recurso deberán destinar para a mantener a los migrantes, cuánto tiempo podrán los generosos mexicanos alimentarlos diariamente a los miles de migrantes que estarán desempleados y desamparados?
Hay en redes sociales y en medios de comunicación un alto número de comentarios condenando a quienes critican la forma en que ingresó la Caravana de Migrantes a México, tachando a quienes no estamos de acuerdo de “racistas”.
Es tan fácil decir que debemos apoyarlos, que México no será más pobre por refugiar a este contingente de esperanzados e ilusos ilegales que pretenden llegar a cumplir el “sueño americano”, pero la realidad es que llegará un punto en el que, ante la imposibilidad de ingresar a Estados Unidos, deberán buscar cómo sobrevivir en nuestro país, ojalá todos sean súper honestos y no recurran al robo sólo “porque tienen hambre”.
¿Y el problema de salud?, no hace falta tener dinero para saber que cuando se viaja al extranjero, en muchos países se recomienda la aplicación de ciertas vacunas, porque no en todos los países la gente se enferma de lo mismo, y éste podría convertirse en un foco rojo al importar enfermedades que pudieran contagiar a los mexicanos y eventualmente convertirse en un punto crítico.
No son apestados, pero sí es un grupo de población que si no tiene acceso a una buena alimentación, menos tendrán en su país acceso a una buena atención médica y he ahí el punto que resulta preocupante.
En Tamaulipas el Gobernador consciente del problema que se avecina, ha pedido más apoyo a las instituciones federales como al Instituto Nacional de Migración y sólo le aventaron a la administración federal, pero la de AMLO al cual aún le faltan semanas para tomar el poder.
Miles de voluntarios amablemente se preparan para mostrarles su generosidad y compasión, pero mi preocupación es cuánto tiempo la podrán sostener, qué pasará cuando no haya más alimentos para regalar, cuando el medicamento no sea suficiente, cuando las cuentas de gastos sean insostenibles y las almas caritativas que apoyan a las casas de asistencia social no tengan para seguir sacando de su bolsa.
Estamos por verlo y espero no sea tan preocupante como pienso podrá llegar a ser.
QUÉ CURIOSO
Hoy inicia la primera Consulta Pública de la administración de Andrés Manuel López Obrador -que aún no inicia, por cierto- para preguntarle a los mexicanos si es necesario el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Ojalá le preguntaran a quienes sí han podido hacer uso de él, a quienes padecen recurrentemente los retrasos y cancelaciones de vuelos porque se saturan las pistas de aterrizaje.
En Tamaulipas habrá varios centros de votación en los municipios más poblados, pero me cuestiono qué validez tendrá la opinión sobre si es necesario o no el aeropuerto, de alguien que ignora cómo funciona el actual y sin haber subido una sola vez a una aeronave, no me parece lo más correcto.
Pero éste es sólo el inicio de una administración populista que tarde o temprano responsabilizará a los mexicanos de las fallas que tengan, al fin y al cabo en ellos, supuestamente en ellos están dejando las decisiones más importantes del rumbo que deberá tomar México.
@Omar_Reyes
omarereyes@gmail.com