Con el inicio del 2019 inicia también la cuenta regresiva del proceso de elección de los candidatos a diputados locales que culminará el 2 de junio, dentro de escasos cinco meses, con las votaciones que renovarán el Congreso de Tamaulipas, actualmente dominado por el Partido Acción Nacional.
De acuerdo con lo que dispone la ley electoral, el 12 de enero se instalarán los consejos distritales y municipales que tendrán a cargo la vigilancia y desarrollo del proceso y al día siguiente, la acreditación de los representantes de los partidos ante los órganos electorales.
El 20 de enero y hasta el 18 de febrero será el periodo de precampañas de los aspirantes a candidatos a diputados locales.
El mismo 20 de enero es la fecha límite para la recepción de las solicitudes de registro de los convenios de coalición o candidaturas comunes que serán aprobadas o rechazadas diez días después, el 30 de enero.
El 21 de enero los aspirantes a candidatos independientes entregarán las cédulas de apoyo ciudadano. Del uno al 3 de marzo se aprobarán los topes de los gastos de campañas y el 27 de marzo vencerá el plazo para la entrega de las solicitudes de registro y sustitución de candidatos.
Las campañas proselitistas empezarán el 15 de abril y concluirán el 29 de mayo y, tras una veda de tres días, el primer domingo de junio la jornada electoral.
Dada la cercanía del arranque de la disputa de los 36 asientos legislativos de la entidad que estarán en juego en la contienda constitucional que está en puerta, las encuestas realizadas por los partidos políticos que servirán a los representantes partidistas para decidir cuáles son los aspirantes a legisladores se encuentran a la cabeza de las preferencias ciudadanas, concluyeron a mediados del mes en curso.
A estas alturas, sobre todo en el caso del PAN partido que gobierna el Estado, ya tiene en su poder el resultado de las mediciones y los jerarcas saben ya con precisión cuáles son los interesados en las candidaturas mejor posicionados y aquellos que garantizan el triunfo o en su defecto la votación más elevada.
Cabe señalar que, no obstante que cada partido político dispone de varios métodos para la elección de los candidatos, se da como un hecho que los que toman las decisiones optarán en la mayoría de los casos por el preferido y más efectivo de todos, la designación o imposición desde arriba.
Ese fue el utilizado por Acción Nacional en la pasada pelea de los 43 ayuntamientos, de los cuales ganó 33, triunfo que hace deducir que, a pesar de que algunos sectores de la agrupación exigen que los candidatos sean elegidos por la militancia no por las cúpulas, todo apunta a que las candidaturas se resolverán mediante la designación directa a la que se dará el tinte de candidatos únicos o de unidad para reducir eventuales desacuerdos.
Lo mismo ocurrirá en el PRI, el rey del dedazo, y en MORENA, aunque en esta última organización la decisión se encubre con encuestas y hasta tómbolas, esta última fuertemente criticada, ya que no puede dejarse al azar la selección de aspirantes a funciones tan delicadas que exigen perfiles de profesionistas no solamente honestos sino capaces, particularmente en el de los legisladores de representación proporcional.
La elección legislativa, hay que decirlo, será la primera prueba de fuego para el gobierno del Francisco Javier García Cabeza de Vaca, entre otras razones porque el triunfo o derrota de los abanderados panistas demostrará en buena medida si para los votantes la administración cabecista ha sido buena, mala o regular.
Si las cosas no salen como el mandatario tamaulipeco espera, es decir si los aspirantes albiazules perdieran la mayoría de los asientos del órgano legislativo estatal, el deseo del jefe del ejecutivo de dejar el cargo a un compañero de partido en la sucesión estatal del 2022 podría verse en aprietos.
En lo que no hay duda es en que los protagonistas de la competencia electoral serán el PAN y el Movimiento Regeneración Nacional.
El favorito para sacar el triunfo en la mayoría de los 22 distritos electorales, es el partido albiazul, sin embargo, la influencia que ejercerá el presidente Andrés Manuel López Obrador en el resultado de los comicios podría dar un giro distinto a las votaciones, posibilidad que tiene inquietos a los militantes pero sobre todo a los estrategas y operadores electorales del partido fundado por Gómez Morín
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