MÉXICO. Los aguacates se han convertido en un básico en la cocina de hoy y su popularidad en la preparación de alimentos ha aumentado a nivel mundial, sin embargo, en ellos podría encontrarse una peligrosa bacteria para el ser humano; Listeria monocytogenes.
Un estudio realizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) encontró que una quinta parte de los aguacates que se consumen en Estados Unidos se encuentra contaminado con Listeria monocytogenes.
Para este estudio tomaron al azar una muestra de mil 600 aguacates, tanto producidos en Estados Unidos como en otras partes del mundo, y encontraron que el 17 por ciento tenía la bacteria en su piel.
La Listeria monocytogenes puede provocar diarrea y fiebre, estos síntomas aparecen entre una y cuatro semanas después de haber consumido un aguacate. También se pueden experimentar dolor de cabeza, pérdida de equilibrio y convulsiones.
Cuando esta bacteria ataca a mujeres embarazadas puede provocar en casos extremos un aborto involuntario o muerte fetal.
Esta bacteria puede ser eliminada de la piel de los aguacates limpiando la superficie del producto con una toalla o pañuelo limpio. También se puede usar una solución de cloro para matar las bacterias presentes en frutas y verduras de cáscara dura, como el aguacate, las naranjas o melones.
El profesor de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Cornell, Randy Worobo indica que si no se sigue un prodecimiento para desinfectar los productos, la bacteria en el exterior puede ser arrastrada al interior durate el corte o consumo del producto.
Asimismo, se recomienda pelar los aguacates antes de comer la pulpa, así como comerlos poco después de cortar la fruta y no dejarlos pelados y cortados hasta que se vuelvan morados a causa del oxígeno, ya que esto puede aumentar la cantidad de bacterias.
El profesor señaló que este tipo de bacterias se encuentran en la naturaleza y en cualquier producto agrícola, pero que con medidas simples se pueden herradicar de ellos, dijo que los productos se deben mantener a temperaturas frescas para evitar la proliferación de agentes contaminantes.
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