CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La operación de las 285 estancias infantiles de la Secretaría de Bienestar que en Tamaulipas atienden a 8 mil 600 niños pende de un hilo, pues se desconoce si volverán a recibir el subsidio que les otorgaba el gobierno federal.
Por lo pronto, a punto de terminar el primer mes del 2019, operan de manera particular pues no han recibido recursos ni información de cuándo se reactivarían los apoyos.
En algunos municipios, incluso ya se registraron los primeros cierres de guarderías que no pueden operar bajo un esquema privado.
Desde el año pasado se hizo la advertencia de que desaparecería el subsidio, lo que alertó a los propietarios de estancias infantiles.
La situación ahora, es que el gobierno federal no ha dado a conocer las reglas de operación.
“Ya no nos garantizan pagos para febrero”, señaló la encargada de una estancia infantil.
Cuando se dio a conocer el Presupuesto de Egresos de la Federación, que incluía un recorte del 50% para este rubro, trascendió que las guarderías que anteriormente recibían un apoyo federal de 950 pesos mensuales para la atención de cada niño inscrito, ahora sólo recibirán la mitad, es decir 475 pesos.
Las estancias infantiles con subsidio federal, se establecieron para apoyar a las mamás que tenían que trabajar y no contaban con alguien que les cuidara a sus pequeños, pagando por el servicio una cantidad significativa.
De manera general, por cada menor inscrito en estas guarderías, la Federación aportaba cada 30 días, 950 pesos; los padres de los menores pagaban entre 300 a 600 pesos mensuales.
Con estos recortes al presupuesto, la opción será para los dueños de las estancias, el incremento en el cobro a los padres de familia, lo que generará una problemática, ya que en muchos casos hay dos o tres hermanitos en cada guardería, lo que incrementa el costo para cada familia.
Las estancias operan hasta por ocho horas, en las que se otorgan hasta tres comidas diarias a los pequeños; con el subsidio que otorgaba la Federación se pagaba la renta del establecimiento, energía eléctrica, agua, sueldos, y lo necesario para cumplir con la normatividad que cada vez es más exigente desde la certificación de maestras y cocinera, hasta las medidas de seguridad y protección civil y el seguro de vida obligatorio para cada niño.
“Si nos preocupa porque ya dijeron que desaparecería el subsidio, nosotros estamos trabajando con las “uñas” porque no podemos incrementar las cuotas así tan fácil a las madres de familia”, dijo la encargada de una estancia infantil.
A nivel nacional, para 2019 las estancias infantiles recibirán sólo la mitad, pues el Presupuesto de Egresos destinó dos mil 41 millones de pesos para este programa, en comparación con los cuatro mil 70 millones erogados en 2018.
Tras esta decisión no se explicó cómo se va a cubrir a los 313 mil niños que asisten a las estancias, o si los recursos eliminados se destinarán a otro rubro que resulte en una mejor atención.
Diferentes organizaciones han reprochado que esta medida afecta sobre todo a las madres trabajadoras que contaban con este programa.
“Las personas que cuidan a esas niñas y niños hacen un esfuerzo enorme con recursos muy escasos. Y si reciben la mitad, no se puede pagar 500 pesos por mes a las que hay, yo creo que lo que se va a reducir son las estancias. Habrá menos concesiones”, expresó Lucía Pérez Fragoso, experta en Economía Feminista y Trabajo de Cuidado.