A pesar de que la elección legislativa de junio no es precisamente la que más atención atrae de la ciudadanía, las diferentes fuerzas políticas de Tamaulipas tienen claro lo que está en juego, que va mucho más allá de cuántos votos puedan obtener durante esa jornada electoral.
El control del Congreso es fundamental para el proyecto del régimen estatal, pero más que eso, está en marcha una competencia por la supremacía política en la entidad.
Por eso los partidos empiezan a calentar el ambiente en todos los niveles. Desde las dirigencias nacionales, se ha enviado el mensaje de que la elección en Tamaulipas les interesa mucho; en estos tiempos de avasallaje morenista a nivel federal, los opositores pelearán cada posición por pequeña que parezca.
Así puede entenderse la inédita presencia de los senadores panistas en Tamaulipas, donde llevaron a cabo su reunión plenaria.
El evidente espaldarazo para el gobernador de algún modo da por
inaugurado el apoyo nacional para la causa blanquiazul en el estado.
Queda claro que no va a faltar respaldo desde el Comité Ejecutivo Nacional y que los pesos pesados que sobreviven en el partido van a poner el hombro para evitar que Morena controle un congreso más.
Hasta el PRI ha dado algunas señales de vida en los últimos días.
Con todo y la evidente falta de entusiasmo por la presencia de Claudia Ruiz Massieu y más recientemente del Secretario de Organización del CEN, su llegada a la entidad demuestra que también están interesados en hacer un papel decoroso en la próxima elección.
El problema, grave sin duda, es que sus buenas intenciones pueden ser fácilmente sepultadas por la vorágine de problemas que arrastra el partido desde la debacle de 2016.
Sobre todo, pesará la triste situación financiera que arrastran con multas, indemnizaciones laborales y hasta robos arteros como el de la famosa Marite y la misteriosa desaparición de millones de pesos el año pasado.
Morena por su parte, busca aprovechar la acumulación de poder que consiguió a nivel nacional, y el acceso ilimitado a los recursos federales.
Las becas de AMLO, la oferta de empleo para miles de jóvenes en la Guardia Nacional y hasta como choferes de pipa, no pueden sino enmarcarse en la lucha electoral que viene.
A la par, quienes se considera a sí mismos las figuras tamaulipecas
del partido, libran una batalla interna para ser vistos y seguir soñando con aparecer en las boletas del 2022.
Américo, JR y el tampiqueño Rodolfo González Valderrama, no pierden
la oportunidad de “placearse”, todos ellos apoyados de algún modo por la constante intervención del senador Ricardo Monreal en asuntos locales.
El zacatecano, claro está, no ha dejado de operar de cara a la elección legislativa.
Las coincidencias son obvias, PAN, PRI y Morena, saben lo que se juegan dentro de cinco meses: el 2022 está mucho más cerca de lo que parece en las cuentas de los protagonistas políticos.