Conforme empiezan a conformarse las fórmulas y se conoce quienes se enfrentarán el 2 de junio, es posible por lo menos pronosticar quién tendrá que esforzarse de verdad para ganar la elección.
A falta de claridad sobre las candidaturas de Morena, ya conocemos a los que defenderán al PRI y al PAN en municipios como Victoria, donde a pesar de todo, nada está escrito.
En el distrito 14, por Acción Nacional va Pilar Gómez Leal contra Alejandro Etienne, quien busca mantenerse en el Congreso después de un periodo completo, en el que como el resto de sus compañeros priístas ha pasado con más pena que gloria.
Nada distinto a su gris paso por la alcaldía.
En favor de Pilar juegan varios factores: su experiencia como coordinadora del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, que por lo menos en el papel debería brindarle conocimiento de las labores legislativas.
Y quizás más importante: el hecho de ser un cuadro nuevo, sin lunares en su pasado, o en su carrera política y profesional, la convierte en un personaje atractivo para una ciudad que está desencantada de los viejos políticos.
Y en esa categoría inevitablemente entra su adversario, Etienne, cuyos logros políticos se los debe más a su relación con el ex gobernador Egidio Torre Cantú, que a su capacidad o a su simpatía entre el electorado.
Habrá que ver la carta que Morena ponga sobre la mesa, porque esa podría ser la verdadera competencia de Pilar.
En el distrito 15, la situación parece más complicada para el PAN porque su candidato que se precia de ser un eficaz operador político, ha perdido en dos ocasiones consecutivas.
Para Arturo Soto no será sencilla la contienda si por ejemplo, Morena lanza al ex priísta Ricardo Rodríguez.
Además de su récord negativo en las elecciones, en contra del subsecretario de Ingresos pesa la sobreexposición mediática que en más de una ocasión le ha jugado malas pasadas.
Si bien ha anotado goles importantes en su papel de recaudador del estado, también es cierto que ha cometido yerros que debilitan su imagen ante un electorado cada vez más dispuesto a usar el voto como castigo.
De lo que no puede quejarse es de la designación de Ofelia Garza Pineda como candidata del PRI, pues así queda claro que su competencia será con las huestes de López Obrador.
No será fácil para Arturo y para Alejandro quitarse la imagen de candidatos recurrentes, en una época en la que la sociedad busca justamente lo contrario.
La elección de junio los pondrá a prueba a ambos, pero en el caso de Soto en muchos sentidos pudiera representar su última oportunidad de trascender en las urnas. Una derrota más sería una losa muy difícil de cargar de cara a su proyecto de llegar a la alcaldía. Su comdicion de operador politico estará a prueba…consigo mismo.
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