BANGLADESH.- En Bangladesh, una adolescente que denunció haber sido víctima de acoso sexual murió tras ser quemada viva, la policía y las autoridades escolares manejaron de manera inadecuada sus quejas.
Nusrat Jahan Rafi, de 19 años, fue bañada en queroseno e incendiada en su escuela, en el distrito de Feni, el pasado 6 de abril; dos semanas antes, la mujer denunció al director de su escuela.
Nusrat sufrió quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo y el 10 de abril murió por las lesiones.
El caso, que recibió una amplia atención en el país asiático, es investigado por una comisión de dos personas liderada por un juez local, quien ha detectado negligencia en el manejo de las quejas iniciales.
De acuerdo con las indagaciones, Nusrat se había quejado con su familia de haber sido tocada de manera inapropiada por el director de su escuela a finales de marzo.
A diferencias de muchas mujeres que se niegan a denunciar, la joven decidió romper el silencio y plantear el problema a la policía el mismo día. Un oficial filmó su testimonio con su teléfono celular.
Cuando el uniformado filtró el testimonio de la mujer a los medios locales tras el arresto del director, esta fue víctima de acoso y amenazas en su comunidad local mientras intentaba seguir asistiendo a la escuela.
La agresión fatal ocurrió cuando la adolescente fue a su escuela para hacer sus exámenes finales.
Según una declaración dada por Nusrat antes de su muerte, una compañera le pidió que la acompañara a la azotea del plantel con un pretexto. Una vez ahí, unas cinco personas con burkas la rodearon y la presionaron para que retirara los cargos contra el director.
Ante la negativa, le prendieron fuego. El investigador Banaj Kumar Majumder dijo a la BBC que los agresores quisieron “hacer que pareciera un suicidio”.
La joven fue rescatada por las autoridades luego de que los atacantes huyeron de la escena. El investigador indicó que los agresores sostuvieron su cabeza con las manos para que no se vertiera el combustible en esa área.
“El profesor me tocó. Lucharé contra este crimen hasta mi último aliento”, manifestó la joven en una declaración grabada con su teléfono móvil, temiendo que no sobreviviría.
Hasta el momento, dos jóvenes han confesado su participación en el homicidio de Nusrat.
Los resultados de una investigación realizada por el organismo de derechos humanos de Bangladesh, publicados el martes, revelaron que el director había sido acusado anteriormente de acoso sexual y culpó a la policía por el manejo de la denuncia.
“Si la administración del distrito hubiera actuado de manera responsable, el incidente nunca habría ocurrido” dijo en conferencia de prensa el presidente de la organización, Kazi Reazul Haque.
Actualmente el director de la escuela de Nusrat se encuentra suspendido.
“Aquí tenemos un caso que es trágico en muchos niveles diferentes, en términos del fracaso del sistema, en términos de una niña que fue lo suficientemente valiente como para oponerse al género. Y lo que sucedió es que su valiente decisión llevó a más violencia, lo que llevó a su muerte”, lamentó Mia Seppo, coordinadora residente de la ONU en Bangladesh.
Con información de López Doriga