Si bien es cierto que había quienes pensaban que con Andres Manuel López Obrador habría o se propondría un cambio de régimen político, jamás nos imaginamos que ese cambio sería con tan poca planeación y con un ánimo de polarización, así como que al llegar al poder actuarían con los dogmas con los que se guiaron en campaña. Todo esto con base a lo que hoy encontramos en el documento presentado esta semana como lo es el “Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024”.
Este documento debe ser realizado en los tiempos y con las características que marca la Ley de Planeación. Debe contener un diagnóstico general sobre la situación actual de los temas prioritarios, cosa que no se menciona en el documento, debe tener objetivos específicos, estrategias, indicadores de desempeño y metas, cosas que no tienen una conexión.
Si bien se encuentran metas, no menciona a través de que objetivos, estrategias e indicadores se pueden ir dando seguimiento. Algunos ejemplos de esto son:
• Los salarios habrán logrado en un sexenio una recuperación de cuando menos el 20 por ciento de su poder adquisitivo.
• Nadie padecerá hambre, la pobreza extrema habrá sido erradicada, no habrá individuos carentes de servicios médicos o de medicinas.
Lejos de ser herramienta descriptiva del plan de trabajo o una ruta de navegación para la administración pública federal es un manifiesto político. Ejemplo de eso es que en las 64 páginas podemos encontrar en 33 ocasiones se menciona la palabra “neoliberales”, así como en otras 9 ocasiones el de oligarquía, con esto se plasma por completo el ánimo de polarización que se busca plasmar en el documento.
En el apartado de “Hacia una Democracia Participativa”, donde describe a la “Consulta popular” como una herramienta del mismo y menciona que el gobierno federal someterá a consulta las decisiones estratégicas de interés nacional, habrá que preguntarse si estas consultas son como las que vimos hace algunos meses con el NAICM y la Termoeléctrica de Morelos.
Preocupa mucho el desempeño que se espera del Gobierno Federal, preocupa el recorte de programas, preocupa la forma en como se toman decisiones y preocupa por supuesto los indicadores de desempeño económico del primer trimestre, en el que confirma la falta de planeación y rumbo que se tiene para el país. Preocupa de verdad que Morena gobierne.
Presidente del PRI Victoria
Décimo Sexto Regidor
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