EU.- Los autos eléctrico presentan dos graves problemas: su precio y la autonomía de sus baterías. Es por eso que la compañía nanoFlowcell de Liechtenstein presentó en 2016 a QUANTINO, un coche prototipo que funciona con agua salada gracias a sus baterías de flujo.
A diferencia de los autos eléctricos convencionales que usan baterías de iones, litio o pilas de combustible, QUANTINO usa una batería llamada bi-ION, que funciona con un derivado de agua salada.
Según Car and Driver, el auto utiliza electrolitos, almacenados en dos depósitos de carga diferentes que circulan por una membrana encargada de generar la energía eléctrica. La compañía explica que QUANTINO ha recorrido más de 350 mil kilómetros sin presentar ningún problema de propulsión.
La revista señala que las baterías prometen diez mil horas de funcionamiento y generan 108 caballos de fuerza, con una velocidad máxima de hasta 200 km/h.