El PRI eligió muy a su estilo a Alejandro Moreno, Alito (Malito para algunos, Amlito para otros) como dirigente (líder es otra cosa) nacional del tricolor, en una jornada plagada de denuncias, poca, muy poca participación y mucha, pero mucha simulación.
Así es mis queridos boes, según sus datos, que hasta anoche a eso de las 23:00 seguían siendo preeliminares, habrían salido a votar entre el 30 y 35 por ciento de los priistas, a todas luces una simulación, por lo que en Tamaulipas había quienes festinaban una afluencia de alrededor de 104 mil a las urnas, otra que se antoja mentirota.
Y es que lo que vimos, quienes nos asomamos a las mesas receptoras del voto priísta fue una total desolación, el desaire como regla y por lo tanto la versión triunfalista de más de 100 mil votando no se la creen ni los que desde ayer por la tarde noche la propalaban.
Miren, para hacer una comparación, habría que recordar que en junio, los 21 candidatos del PRI a las diputaciones locales sacaron entre todos, con todo y prerrogativas, con todo y promesas de apoyos, con todo y playeras, gorras, pendones, espectaculares, anuncios de tele y radio y entrevistas en todos los medios, únicamente 88 mil 900 votos, ¿cómo piensan que se les puede creer que ahora lograron 104 mil sufragios con todas las diferencias entre ambos procesos?
Me refiero a que en la elección de junio había 21 campañas por todo Tamaulipas, podían votar no solo los mas de 300 mil priistas empadronados, sino todos los ciudadanos simpatizantes o no que sus candidatos convencían de ser la mejor opción.
Simplemente no es posible que candidatos a la dirigencia nacional del PRI, que si a caso la mayoría de los militantes con derecho a voto este domingo vieron una vez en sus visitas a Tamaulipas, pudieron haber movido más gente a las urnas que todo lo que enumeré anteriormente.
Eso si, el PRI de Tamaulipas podría presumir, ¿o avergonzarse?, de que algunos personajes que hasta mayo le traicionaban, conqueteando, apoyando descaradamente a MORENA, estén de regreso en sus filas.
Porque ahí en las redes sociales Oscar Luebbert Gutiérrez, de Reynosa, presumió la ida a votar este domingo, como todo ‘bien’ priista, cuando todos lo vimos de ofrecido con Alejandro Rojas Díaz Durán, el porro de Ricardo Monreal cuando venía a Tamaulipas a venderle espejitos a los priistas que como él se los compró.
También se presumía en redes el apoyo de Fernando Azcárraga a ‘Malito’, cuando todos sabemos de su traición para apoyar a MORENA en el proceso pasado.
Es decir, de la elección de ayer, lejos de salir fortalecido, unificado, con mejor imagen ante los ciudadanos sin partido, el PRI retrocede, porque como se quejaba Ivón Ortega, el cochinero de los que ‘ganaron’ fue evidente.
La ex gobernadora de Yucatán señaló que hubo una cuota de ‘embarazo’ de urnas del 30 por ciento; a favor Alito, por ciento favorito de Andrés Manuel López Obrador.
En fin, mientras anoche los señalamientos seguían, los resultados oficiales daban como ganador al gobernador con licencia de Campeche con alrededor del 85 por ciento, lo que significa que pataleen, señalen, denuncien, demuestren lo que sea, el tipo será el próximo dirigente del PRI nacional.
Obvio que eso fortalece en Tamaulipas a Enrique Cárdenas del Avellano, quien fue su representante y seguramente se alistará para ser el próximo dirigente estatal de lo que aun queda del PRI.
Pero además, tal vez con la victoria de ayer, se le haga ser por fin candidato tricolor a la gubernatura y competir en el 2022 cuando Francisco Javier García Cabeza de Vaca deje vacante el puesto.
Hay que decirlo, como ocurrieron las cosas ayer en el PRI, no descartemos una desbandada mayor de lo poco que aún queda ahí. Por lo pronto Enrique Cárdenas tendría que hacer un acto de contrición y comenzar casi de cero.
Porque para comenzar en el PRI de Tamaulipas no hay 300 mil militantes, porque según sus cuentas solo votaron 104 mil, pero en junio no votaron ni siquiera esos.
Seguir fingiendo la fortaleza que no tienen, la unidad de la que carecen, la aceptación que ahora no tienen, ni los va a sacar del hoyo en que están, primero insisto, tendrían que ser realistas con el diagnóstico y luego comenzar con el tratamiento para sanar.
En el plano nacional, lo que podremos prever es que Alito sea el aliado que AMLO quiere para evitar que el PAN crezca, habrá que ver si el entreguismo no termina por convertirlo en el último presidente del PRI, o su enterrador que es lo mismo. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.comTwitter: @melitong