TAMPICO, Tamaulipas.- No siempre quieren acudir a despedirlos, pues detrás de las sonrientes caras y el agitar de manos característico de este día en el que las familias de pescadores, despiden a los suyos, existe el miedo de ya no verlos más.
“A veces no queremos venir, no quisiéramos despedirnos y pensar que puede ser la última vez que lo veamos. Sabe, en el mar la vida es muy peligrosa también”. Oscar, tiene 27 años, despidiendo a Angel, su padre, y ahora ya lo acompañan también su esposa y su hijo.
Llegaron a la margen del Pánuco, a esperarlo y poder decirle adiós; agua, para el calor, carriola, una silla y celular en mano, para monitorear la esperada salida de la embarcación que se convierte en el hogar de su padre.
Doña Isabel sabe que su marido difícilmente dejará el mar en el que ya tiene 30 años navegando y aunque ahora hay más cercanía por el uso de los teléfonos celulares, siempre hay miedo.
Al finalizar este 1 de Septiembre la veda de camarón 182 embarcaciones y 1800 pescadores, se enfilan al Golfo de México para realizar la captura que les garantiza llegar al fin de año con un poco de estabilidad económica.
“Adiós, wei, cuídate mucho!. Dios te bendiga, hermano”, así se despiden de un tripulante de la embarcación Espartano, que al mediodía partió desde el muelle de la colonia Morelos.
Parece que los 120 días que permanecieron en tierra los pescadores tampiqueños por guardar la veda del camarón, se disiparon en las primeras horas de este día y es la añoranza de tenerlos cerca, lo que este día caracteriza las múltiples despedidas.
Son amigos, esposas, padres, madres, hermanos, hijos, los que se despiden con el conocimiento de que mejorará la economía, pero se les extrañara todos los días, hoy ellos dieron su mejor cara y esperan como todos una buena pesca!
