A nueve meses de que Andrés Manuel López Obrador asumió el gobierno de México, la estructura federal en Tamaulipas sigue tambaleante debido a que no han concluido los recortes ni la adecuación del organigrama con la supuesta desaparición de delegaciones, sigue a medias.
Pero el primer tramo de la llamada cuarta transformación ha enfrentado otros problemas en el estado con dos episodios muy claros: una rebelión del campo por la falta de apoyos y el adelgazamiento de la estructura gubernamental; y la ola de huelgas que afectaron a Matamoros y que causaron la partida de varias empresas.
En contraparte, recientemente empezaron a fluir las becas para estudiantes, ninis y personas vulnerables.
El representante del Gobierno Federal en la entidad, José Ramón Gómez Leal, defendió los recortes de personal.
Las representaciones de las dependencias federales en Tamaulipas se han adelgazado y los recortes continuarán, aseguró.
La meta, asegura es reducirlas hasta en un 30 por ciento, del personal con que fueron recibidas de la administración anterior, “al cerrar, en dos meses más el año, sabremos exactamente a qué números vamos a llegar”.
De acuerdo con el funcionario federal, los números son variados en cada una de las más de 50 representaciones federales en la entidad.
“Varía porque seguimos haciendo ajustes, en la Conagua, por ejemplo, han hecho modificaciones; estas modificaciones no las hace un servidor, las hace México, junto con mi coordinador, Gabriel García, donde se ve el presupuesto y es dónde se toman las decisiones”, explicó.
De las 56 delegaciones, en los primeros meses, 20 titulares debieron entregar su renuncia, en su lugar, entre el personal se eligió a los encargados de despachos; Gómez Leal asegura que ninguna de las oficinas se encuentra acéfala.
