El Caminante recorría la tripa multicolor del “Tianguis de la Estación” buscando varios triques que necesitaba en casa y echaba su ojito a perder en cada puesto de herramienta usada: una llave de 7/8, una ‘llana’, un par de cortineros y dos que tres cachivaches más.
– ¿A cuánto los cortineros jefe? – Preguntó el Caminante
– Cien el par pero si me compra muchos le doy precio – respondió el vendedor
– ¿Y como cuantos son muchos?
– Pos mas de dos – dijo Don Carlos riéndose.
– Oiga ¿y si aguantan? Luego hay unos que se ‘rajan’
– Nombre estos son aguantadores, yo mismo los hago, porque luego hay quien los hace de madera chafa y esos si se echan a perder de volada – aseguró Don Carlos
Al viejo se le notaba que traía ganas de platicar, y al agarrar confianza le contó al caminante de como duró muchos años trabajando para una empresa gasera y finalmente se pensionó. Sin embargo la necesidad lo empujó a auto emplearse ya en su avanzada edad y sus cortos conocimientos en carpintería los aplicó para dedicarse a la construcción y diseño de mesas, sillas, casitas para perro, cortineros, bases para camas de varios tamaños, libreros, etc.
La venta de sus creaciones es principalmente en tianguis y ahora también por internet. Poco a poco le fue ‘agarrando la onda’ al Marketplace de Facebook y por medio de este ha concretado muchas ventas. Confiesa que a sus años es muy cansado trabajar en carpintería, pero admite que si quisiera vivir de su pensión, pues ya se hubiera muerto de hambre.
Así como Don Carlos, cientos o tal vez miles de personas han encontrado en este noble oficio la salvación a la difícil situación económica que afecta al país.
Actualmente el mercadeo de triques y chacharas por medio de las redes sociales hacen posible que la actividad económica sea mas fluida. Aunado a esto la gran cantidad de herramienta de importación mayormente china, nueva y de medio uso, permite a una persona como a Don Carlos con conocimientos básicos en cierto oficio tomar la alternativa de hacerse de una chambita para sacar algún dinerito extra “para ir pasándola” o de plano para ‘el chivo’ completo.
Para aquellos que desean dedicarse a la fabricación de muebles o enseres de este tipo, la región central de Tamaulipas produce excelentes maderas que hacen muy rentable esta chamba.
El mayor potencial de abastecimiento de maderas se encuentra en la reserva de la Biosfera del “El Cielo” pero por ser un área protegida no se permite su explotación, sin embargo hay muchas otras zonas en diversos municipios de los cuales se puede extraer como lo son: Victoria, Güemes, Hidalgo, Miquihuana, Tula y Jaumave.
En otras regiones de la república es mas costoso adquirir tanto madera como, molduras, triplays, etc, pero la basta silvicultura de nuestro estado puede proveerlas de manera generosa.
La madera mas socorrida de la región es el pino, y su principal característica es su dureza, por lo que es muy solicitada por el sector de la construcción, en especial para la utilización en ‘cimbras’, tarimas, castillos etc. La madera regional de pino crea tablas mas fuertes y resistentes que son ideales para la carpintería rústica, sin embargo no es muy recomendada en la elaboración de muebles o ebanistería pues tiende a torcerse. Para este tipo de trabajos es mas funcional usar la famosa “madera de Durango” (que realmente se trae de ciertas partes del estado de Chihuahua) y en palabras de Sergio Diez Gutiérrez, empresario maderero de la localidad, es la ideal para piezas de ebanistería pues es de mejor calidad.
Gracias al fenómeno comercial de la globalización las madererías locales como ésta pueden ofrecer al público madera ‘americana’ y chilena.
En el aserradero el olor a pino se conjuga con el del aceite de las maquinas formando una atmósfera única. Un ejército de trabajadores se apresta a cada una de las tareas específicas a realizar. Los colores amarillo y café oscuro dominan el paisaje mientras una sinfonía de ruidos de sierras llenan el ambiente mañanero.
Algunos obreros se terminan una taza de café entre corte y corte y posando muy sonrientes para las fotos que el Caminante toma en su recorrido.
En empresas como esta, se reciben los troncos y en el aserradero le dan forma cortando las cortezas y después rebanando poco a poco cada pieza hasta crear las tablas según la medida deseada.
Es realmente inspirador ver como el tronco de lo que ayer fue un árbol en mitad de la sierra hoy pase a ser la base de la cama donde uno de los lectores descansará por la noche.
Aunque el pino es la madera mas comercial de la región, también es posible conseguir algunas mas finas como el encino, el banak y el cedro, aunque claro su precio es mas alto debido a su maleabilidad y pureza.
El Caminante se echa la concha con los madereros que muy orgullosos le explican el uso de sus herramientas como las sierras circulares o el cepillo para dejar las tablas ‘lisitas lisitas’.
Lo cierto es que quien desea auto emplearse en el negocio de construir muebles o piezas mas elaboradas, hallará en el mercado local las maderas necesarias para su chamba. Incluso en establecimientos como este se apoya a los carpinteros cortándoles a medida cada tabla que desean comprar, eso si hay que traer las medidas correctas para que no vayan a salir después con que “a Chuchita la bolsearon”.
Pues bien, si lo suyo es la madera y los martillazos, siéntase seguro de que en la capital del estado encontrará los insumos necesarios para iniciar sus proyectos personales, familiares o de algún pequeño taller para ganarse una ‘feriecilla’ extra tan necesaria en estos días. Demasiada pata de perro por esta semana.